El Granada muestra su versión más conformista e inoperante en Málaga, 2-1
Mal partido del Granada que mostró una triste imagen tras el gol de el Arabi en el primer minuto. Fue dominado por un rival que ganó por convicción, con la inestimable ayuda de Velasco Carballo, decisivo en el resultado final.
Salir al campo ganando no es algo que suela suceder muy a menudo en el fútbol, pero ayer le pasó al Granada. El primer balón en disputa acabó dentro de la portería de Kameni, que impotente veía como todavía no había transcurrido el primer minuto de juego y su equipo ya iba perdiendo.
Caparrós renuncia a la pelea por dominar el centro del campo
El partido se ponía muy propicio para los de Caparrós, pero el técnico no supo manejar a su equipo, que renunció a la pelota, demasiado conformista con el resultado. Quitando los primeros minutos, en los que los malagueños no conseguían recomponerse al mazazo inicial, el Granada renunció a la pelota y a la posesión confiado en sus posibilidades de aguardar atrás y esperar que Jhon Córdoba cazara algún balonazo de los que sus compañeros le enviaban cuando recuperaban la la iniciativa.
Debió pensar el Caparrós más pragmático que era cuestión de dejar pasar los minutos, y replegó a los suyos, juntó las líneas y los ubicó donde se sentían menos expuestos. Y con ello, le regaló el campo a su rival. A pesar de ello, el Málaga se mostraba inoperante en las inmediaciones del área de Roberto; a los locales les costaba crear peligro, y su mayor dominio del ritmo del partido y de la posesión, no pasó de ser un monólogo de pases en la primera mitad.
El Granada, sin control en el centro del campo, sólo ofrecía buena colocación
Al Granada le bastaba ser ordenado en defensa, y no quiso saber nada de fútbol. Iturra puso el músculo, pero Fran Rico, que sigue con el carburador sucio desde hace algunos partidos, se atascaba y se contagiaba de la falta de precisión de sus compañeros. Piti y Rochina empezaron con ganas, pero fueron perdiendo fuelle con el paso de los minutos. El peso de ambos jugadores en el juego del equipo se fue diluyendo con el paso de los minutos y dejó a su equipo sin conexión en la salida de balón.
Lo cierto es que, a pesar de todo el Granada no sufrió en demasía en el primer tiempo, frente a un Málaga que solo inquietó a Roberto con un disparo que salió rozando el poste. Los de Caparrós solucionaban bien las jugadas a balón parado y por alto los centrales eran dos muros infranqueables. El problema empezaba en la salida del balón, y demasiado cerca de su área, ya que el equipo juntó tanto sus líneas que permitió Málaga jugar en solo medio campo. Córdoba y El Arabi, solidarios en las ayudas defensivas deambulaban demasiado solos y demasiado lejos cuando tocaba atacar la portería malacitana.
Las fisuras del equipo en la segunda mitad premian la constancia del Málaga
A pesar de todo, el guión se cumplió en la primera mitad. Roberto consiguió dejar su portería a cero, y el Granada se iba a descansar con una ventaja que pronto se diluyó. Roque Santa Cruz, que ya había avisado con un disparo a bocajarro en el que el meta gallego se tuvo que emplear a fondo, consiguió empatar un encuentro en el que el Málaga tampoco encontraba soluciones claras.
El gol rompió los esquemas de un Granada que no había previsto el contratiempo y fue incapaz de encontrar respuestas en el fútbol. El peligro volvió al área de Kameni, más por la calidad de individual de los rojiblancos que por el criterio que aplicó a sus jugadas. Y pudo cambiar el signo del partido a favor los de Caparrós, si la expulsión que sufrió Angeleri, que dejó en superioridad al Granada, se hubiera visto reflejada en el campo.
Lo cierto es que ni con un hombre más el Granada encontró la forma de construir. Ganó en posesión y adelantó sus líneas, pero siguió igual de espeso y de inoperante. Y ya se sabe que cuando las cosas van mal, siempre pueden ir peor, y así fue como se perdió este partido. Con la inestimable ayuda de Velasco Carballo el Málaga tomó ventaja en el marcador al transformar un penalti que solo existió en la imaginación del linier.
Pudo empatar el Granada con una volea de Nyom que rechazaron entre Kameni y el palo, pero lo cierto es que no lo mereció. Errores arbitrales aparte, el Granada debe agarrarse a algo más que a la intensidad para volver a puntuar.
Málaga CF: Kameni; Rosales, Angeleri, Sergio Sánchez, Antunes; Camacho, Darder, Horta (Miguel Torres, m. 73), Juanmi, Amrabat (Samu Castillejo, m. 57); y Roque Santacruz (Recio, m. 82).
Granada CF: Roberto; Nyom (Javi Márquez, m. 86), Babin, Murillo, Foulquier; Iturra, Fran Rico, Rochina (Sissoko, m. 57), Piti, El Arabi y Jhon Córdoba (Success, m. 59).
Goles: 0-1, m. 1: El Arabi, aprovecha un rechace de Kameni dentro del área. 1-1, m. 60: Santa Cruz, recoge un balón mal despejado por Roberto y marca sin apenas oposición; 2-1, min. 80: Antunes, de penalti.
Árbitro: Velasco Carballo (colegio madrileño). Expulsó con roja directa a Angeleri (min. 72) y mostró tarjeta amarilla a Amrabat por el Málaga y a Piti, El Arabi, Iturra y Foulquier por el Granada.
cordero@granadaenjuego.com
Granada es la única provincia de toda Andalucía que ofrece a todas las federaciones deportivas la posibilidad de acceder a este tipo de ayudas
La plantilla disfrutará el miércoles de una jornada de descanso