Sentenciados, 1-3
El Granada cava su propia tumba con un partido lamentable y esperpéntico que desesperó a una afición desesperada por la actitud de sus jugadores. Ponce, con un inoportuno gesto, triste protagonista del partido.
Hundido. Así está el Granada después de completar uno de los peores partidos de la temporada y la peor primera mitad desde su vuelta a primera. Los jugadores bajaron los brazos y dejaron en bandeja de plata el partido a los chés. Ponce, mandando callar a la grada, fue objeto de los gritos de frustración de una afición desesperada por la temporada de su equipo pero, sobre todo, de su actitud.
La primera parte estuvo marcada por la indolencia. El Granada no dio muestras de confianza en ningún momento, dando por hecho una caída con estrépito desde prácticamente el silbido inicial.
La afición fue la única que creyó por momentos. Y más teniendo en cuenta que la primera ocasión fue nazarí, en pies de Carcela, que envió muy alto un tiro desde dentro del área. Todo lo demás fueron disparos desde lejos, sin convicción. Como el resto del primer tiempo.
El primer palo llegó en el minuto dieciocho con el primer gol valencianista. Zaza envió a la red con un soberbio cabezazo un buen centro de Montoya. Sólo dos minutos después, el italiano sentenciaba el encuentro con un remate en el área que Ingason vio desde una zona privilegiada, en primera fila y comiendo palomitas.
Alcaraz fue consciente del pésimo partido de su equipo en general y del islandés en particular y quiso reactivar el encuentro sustituyendo al central para dar entrada a Boga. De poco sirvió. El Granada se retiró a vestuarios con una monumental pitada de su afición y gritos de "¡fuera, fuera!.
La segunda parte no pudo empezar peor. Pasados diez minutos Carlos Soler inició una carrera en la frontal en la que no encontró oposición y cedió el esférico para que Santi Mina, solo dentro del área, pusiese el 0-3.
Los Cármenes era un polvorín contra sus jugadores pero el ambiente aún estaba por empeorar. Ponce, prácticamente inédito como titular y errático e impreciso cada vez que ha saltado al campo, consiguió marcar su segundo gol en treinta y una jornadas tras un fallo de Diego Alves. No encontró mejor forma de celebrarlo que mandando callar a su propia afición.
La impotencia del estadio frente a la lamentable temporada de su equipo encontró un nuevo culpable en la que focalizar la frustración. El resto del partido estuvo marcado por los cánticos de la afición contra su propio delantero, tales como ¡Ponce, vete ya! o ¡Lucas, quítalo!. Un verdadero esperpento.
El Granada no creyó en sus posibilidades y se hunde en la clasificación. La afición, diezmada por la actitud de sus jugadores, ya tiene la cabeza en la próxima temporada a falta de siete jornadas de Liga.
GRANADA CF: Ochoa; Foulquier, Saunier, Ingason (Boga, 32), Estupiñan; Uche (Samper, 62), Wakaso; Carcela, Andreas Pereira, Héctor; y Kravets (Ponce, 46).
VALENCIA CF: Diego Alves; Montoya, Mangala, Abdennour, Lato; Medrán, Parejo, Carlos Soler; Cancelo (Munir, 66), Santi Mina (Siqueira, 87) y Zaza (Orellana, 73).
GOLES: 0-1 Zaza (18). 0-2 Zaza (20). 0-3 Mina (54). 1-3 Ponce (63).
ÁRBITRO: Vicandi Garrido, Iñaki (Comité de Árbitros del País Vasco). Amonestó a Uche, Wakaso, Soler y Montoya.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 31ª Jornada de la Liga Santander disputado en el Nuevo Los Cármenes con 15.087 espectadores.
@leyvfab
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