Demasiado castigo para debutar, 4-1

Alberto Bueno  |  29 de agosto de 2010
Nyom sube el balón por su banda presionado por un rival (BALDOMERO)
Nyom sube el balón por su banda presionado por un rival (BALDOMERO)

El Granada CF cae goleado ante el Betis dejando, pese a todo, un buen sabor de boca

 

Veintidós años después, el Granada Club de Fútbol volvió a disputar un partido de Segunda División. El 29 de agosto de 2010 ya quedará para los anales rojiblancos como la fecha en la que el club rojiblanco debutó ante en la categoría de plata ante el Real Betis Balompié. La histórica efeméride quedará empañada, sin embargo, por la contundente derrota que los béticos infligieron a la escuadra granadina. Por cuatro tantos a uno, los hombres de Pepe Mel cerraron un partido en el que, ni mucho menos, arrollaron a sus rivales; más bien, todo lo contrario: el Granada plantó cara y por momentos fue dueño del juego y del partido. Fuerte del medio campo en adelante, durante muchos minutos mantuvo a los verdiblancos encerrados en su campo. Sin embargo, dos "regalos" en la primera parte y dos contras letales del Betis en la segunda mitad dieron cerrojazo a cualquier aspiración de debut sorpresa.

Fabriciano González apostó por el que, hipótesis arriba, elucubración abajo, se esperaba que fuese su once inicial. La única novedad, forzada eso sí, fue la de Siqueira, que sustituyó en el lateral izquierdo a Rubén Párraga, ya que todavía no ha llegado desde Udine el 'transfer' necesario para que el jugador se pudiese calzar las botas. Si bien, el brasileño cumplió de manera aceptable su improvisado cometido. Roberto en la portería, para línea de cuatro con Nyom, Íñigo López, Mensah y el mencionado Siqueira; de pivote defensivo Álex Bergantiños; dupla centrocampista con Abel Gómez y Óscar Pérez; y arriba Dani Benítez, Orellana y Geijo, un par de pasos por delante. Abel Gómez y Dani Benítez, como en los últimos partidos de la pretemporada, fueron los mejores del equipo. A Íñigo López, por su parte, el cargo le vino grande, mientras que Geijo anduvo algo desaparecido. Bien en general el resto de la zaga que dio buenas muestras de que la temporada no tiene porqué ser un suplicio, aunque se evidenció, por otro lado, que es mucho todavía el trabajo que Fabri tiene por delante para limar asperezas y subsanar los errores que, sobre todo en materia defensiva, se vieron en el tapiz verde del "Ruiz de Lopera".

Primeros minutos valientes

El Granada empezó su retorno al fútbol profesional aguerrido y plantándole cara a un Betis que quizás se vio sorprendido por la actitud desafiante, de "tú a tú", mostrada por los visitantes. En un tira y afloja continuo, los béticos aportaban el toque mientras los granadinos el coraje. Esta igualdad táctica se rompería alcanzado el primer cuarto de hora de partido, cuando Dorado remataba al fondo de las mallas el saque de esquina votado por Iriney. Lejos de achicarse tras el tanto bético, y después de un par de minutos de reflexión, los granadinos se abalanzaron sobre el rival dando rienda suelta a sus mejores minutos en su desplazamiento a la capital andaluza.

De ahí hasta el final de la primera mitad se disfrutaron de minutos de auténtico buen fútbol, viviendo un partido bonito y abierto en el que ninguna de las dos escuadras dominaba de forma clara mas ambas buscaban con denodado tesón la portería contraria. El magistral Dani Benítez, camino de subir al Olimpo granadinista de continuar con tamaña proyección positiva, acortaría distancias al labrarse él solo una muy buena jugada, en la cual, moviéndose con facilidad por ese filo de la navaja que es el borde del área y quitándose de encima a dos defensores, encañonó un trallazo con su mágica diestra que hizo imposible la estirada de Goitia.

Sin embargo, siento demasiado bonita la estampa que se respiraba, Jorge Molina, la nueva estrella verdiblanca, asestó un duro golpe moral al filo del descanso cuando al culminar de manera excelente la jugada trenzada por los sevillanos en el último cuarto de campo. Con el 2-1 en el electrónico, una sensacional primera mitad tocaba a su fin.

Dos partes y dos mazazos

En la segunda parte, ya prevenido el Betis, éste arrancó con fuerza, yéndose con garra en busca de la portería de Roberto y poniendo en serios apuros a la defensa granadina. No obstante, con el paso de los minutos el Granada fue recomponiéndose y la salida de Carlos Calvo pareció insuflar nuevos ánimos a los de Fabri. Encarrilaron éstos entonces sus mejores minutos en el segundo tiempo. Con velocidad y verticalidad, los rojiblancos se acercaban de manera peligrosa al área bética, encerrando en la misma a los jugadores verdiblancos.

Pero el fútbol tiene mucho de estrategia y lo que parecía una defensa acérrima verdiblanca, encerrados los de Mel en su caparazón de escudos y lanzas sevillanas, se transformó en un temible "Caballo de Troya". La mayor de las virtudes granadinistas, copados por la sana ambición de querer dar la campanda en el arranque liguero, esa valentía puesta sobre el tablero, se convirtió en auténtico talón de Aquiles con dos soberanas contras que pusieron los puntos sobre las íes para desgracia de los visitantes.

Capitaneados por el recién salido Ezequiel, que revolucionó el juego ofensivo sevillano, el Betis sentenció el partido con dos mazazos insuperables. Salva Sevilla, en el 72', vio adelantado a Roberto y clavó una preciosa parábola en la portería granadina. Era el 3 a 1 y el Betis se venía arriba, sabiéndose ganador de un partido en el que el Granada parecía haberlo dado ya todo. Dos minutos después, el mismo Sevilla servía un prodigioso y milimétrico pase a Jorge Molina, el cual remataba las aspiraciones rojiblancas con la máxima sangre fría. Pareja mortal la del plantel bético; en su perfecto entendimiento está su letal acierto.

Hasta el final del encuentro, el Granada continuó peleando, ya más por orgullo que por verdadero convencimiento. Mostró una muy buena imagen y dejó un mejor sabor de boca pese a la inapelable derrota. Hay todavía muchas cosas que mejorar en la escuadra de Fabri, mas no son errores incorregibles; con una adecuada fontanería se podrán subsanar. El Granada dispone de toda una temporada para ello y esto no ha hecho más que comenzar. El histórico rojiblanco ha vuelto con ganas y garra.

REAL BETIS: Goitia, Isidoro, Nacho, Belenguer, Dorado, Iriney, Caffa (Ezequiel, m. 46), Salva Sevilla (Israel, m. 89), Momo (Beñat, m. 70), Rubén Castro y Jorge Molina.

GRANADA C.F.: Roberto, Nyom, Íñigo López, Mensah, Bergantiños (Kitoko, m. 80), Abel Gómez (Carlos Calvo, m. 64), Óscar Pérez, Orellana (Collantes, m. 81), Dani Benítez y Geijo.

GOLES: 1-0, Dorado, m. 15; 1-1, Dani Benítez, m. 31; 2-1, Jorge Molina, m. 43; 3-1, Salva Sevilla, m. 72; 4-1, Jorge Molina, m. 74.

ÁRBITRO: Ceballos Silva, del colegio extremeño, mostró tarjeta amarilla a Isidoro, Iriney y Siquiera.

INCIDENCIAS: Encuentro disputado en el estadio "Manuel Ruiz de Lopera" ante más de 30.000 espectadores en una calurosa tarde, con unos doscientos aficionados rojiblancos.

abueno@granadaenjuego.com

 
 
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