El Granada CF 'resucita' en el Sánchez Pizjuán, 1-2

Javier Feixas  |  31 de octubre de 2011
Abel Gómez salta por un balón con Kanouté (LAOPINIONDEGRANADA.ES)
Abel Gómez salta por un balón con Kanouté (LAOPINIONDEGRANADA.ES)

Roberto, con sus magistrales intervenciones, e Ighalo, participando de manera clave en los dos goles, permiten al Granada sumar su segunda victoria tras una remontada épica ante un Sevilla hasta entonces invicto.

 

El Granada CF sumó en el Sánchez Pizjuán su segunda victoria de la temporada, primera a domicilio, tras remontar un partido que se ponía muy en contra nada más empezar. La entrada en acción de ‘O Dios’ Ighalo en la segunda mitad fue determinante para los rojiblancos, que por fin encontraron el camino del gol de la mano de Geijo y Mikel Rico. Las bajas de Benítez, Yebda y Martins se dejaron notar, pero el conjunto rayó a gran altura y tuteó al Sevilla durante todo el encuentro.

Fabri no sorprendió con el once inicial y puso en liza al equipo con el cual se especulaba a lo largo de la semana. Fran Rico, recuperado de sus problemas estomacales, ocupó el centro del campo junto a Mikel Rico. Mollo fue finalmente elegido para suplir la baja por sanción de Benítez. En el lado rival, Marcelino optó por sacrificar un mediocentro para dar entrada a un hombre más de ataque, de forma que el canterano Campaña, titular en los últimos encuentros, dio lugar a que Rakitic y Trochowski aparecieran juntos de inicio. Los sevillistas, conscientes de los problemas que muestra el Granada en el inicio de los encuentros, salieron en tromba, pero seguramente no imaginaban que encontrarían premio tan pronto. Solamente 38 segundos tardaron en perforar la meta de Roberto. Un mal despeje de Diego Mainz tras centro de Jesús Navas quedó franco para el disparo a puerta de Martín Cáceres. Roberto también despejó mal, hacia el centro, donde Manu del Moral remachaba a placer. Las peores pesadillas de Fabri aparecían de nuevo. La película se ha repetido ya demasiadas veces. En Valencia, Gijón y Sevilla, las tres últimas salidas de los rojiblancos, han bastado menos de cinco minutos para verse abajo en el marcador. La empanada general al salir de vestuarios empieza a cansar y habrá que buscar las causas.

Siguiendo el guión, el Granada se rehízo pronto y comenzó a llevar peligro a la meta local. Un activo Mollo lo intentaba por banda, pero sus centros no encontraban a Geijo. Precisamente el hispano-suizo fue el encargado de generar la primera jugada de verdadero peligro para los nazaríes. Recibió un balón de espaldas al área en posición cercana al área, y sin tiempo para darse la vuelta, recibió la entrada asesina de Gari Medel. El chileno atacó directo a la rodilla de Geijo. Era una roja tan grande como la Giralda, pero ver una tarjeta salir de la mano de Mateu es casi un milagro. Se quedó en amarilla. La falta la ejecutó Abel Gómez con inteligencia, buscando el palo del portero con un disparo potente. Javi Varas cayó en la trampa y dio el paso hacia el lado contrario, pero el momento de forma del utrerano es espectacular, y le sobró agilidad para mandar a córner el balón con una estirada a mano cambiada. Nyom, con sus habituales e insulsos centros, focalizó el ataque rojiblanco antes de marchar a vestuarios.

El pesimismo de los granadinos tras la reanudación era evidente. Se temía porque el regalo del gol inicial volviera a ser una losa insalvable. El Sevilla fue claro dominador en el arranque de la segunda mitad, pero Roberto se erigía en salvador rojiblanco. Las acometidas hispalenses morían en los guantes rosas del ‘Gato’. Especialmente, queda para el recuerdo la triple intervención del guardameta gallego, que salvó el segundo cuando ya estaba cantado. Manu del Moral, encarando a los centrales desde banda, buscó disparo con su pierna buena, pero Roberto sacó el esférico de la misma escuadra con una estirada colosal. Después de eso, en el rechace tuvo aún tiempo de repeler el cabezazo de Armenteros y un último disparo de Trochowski buscando la base del palo, que sacó más por su intuición felina de portero que por las posibilidades que tenía de hacerlo.

El Granada, superado el primer cuarto de hora, se desperezó y recordó cuales fueron las armas con las cuales dominó al Sevilla en el primer tiempo. Un saque de esquina botado por Abel Gómez encontró la cabeza de Mainz, que devolvió el balón al corazón del área. Uche recogió el esférico en boca de gol, pero inexplicablemente con todo a su favor, golpeó horrible y envió el cuero por encima del larguero cuando lo más fácil hubiera sido marcar. El desacierto del internacional nigeriano es para pensárselo. Al parecer, Fabri se enfadó tanto con el inexplicable fallo de Uche como el más acérrimo de los aficionados, porque minutos después lo retiraba del campo para dar entrada a Ighalo. También Mollo, mucho menos activo que al principio, abandonó el verde para dejar sitio a Franco Jara.

La diosa fortuna no podía ser siempre tan esquiva para con los rojiblancos. El ingreso de Ighalo supuso el germen de la revolución granadina. El nigeriano tuvo uno de esos días en los cuales Dios le habla directamente al oído. Y él, ferviente creyente, le hace caso a pies juntillas. En el primer balón que tocaba, recibió de Franco Jara en la frontal, y tras marear a Escudé con varios de sus imposibles recortes de placeta, soltó un zurdazo que enfilaba la escuadra, pero que no encontró ya que Javi Varas rozó lo suficiente para que el balón golpeara en la cruceta. El rechace fue a parar directamente a la cabeza de Geijo, que con un ajustado cabezazo hacía inútil el intento del portero sevillista por evitar el empate. Era el primer tanto de Geijo tras su lesión de hombro, e igualmente su estreno goleador como rojiblanco de primera.

El Sevilla había saboreado las mieles del triunfo antes de tiempo, y los fantasmas comenzaron a materializarse para los de Marcelino. Se repetía la historia de su anterior encuentro en el Pizjuán. El colista se había revelado. El encuentro entró en un ida y vuelta frenético, donde todo podía pasar. Luis Alberto coronó nuevamente a Roberto, que sacó con la pierna un nuevo balón de gol.

Los granadinistas recogieron amablemente el envite del Sevilla. Nuevamente Ighalo iba a ser protagonista, puesto que luchó con suma inteligencia un esférico que sobrevolaba la frontal del área de Varas, y haciendo valer su corpulencia, cedió de cabeza para que Mikel Rico, llegando con potencia desde atrás, fusilara al guardameta sevillano. El obús del vasco fue imparable. La remontada se había consumado, e Ighalo había sido el hombre clave. Odion fue más determinante en diez minutos que su compatriota Uche en los restantes ochenta.

Los gestos de alegría e incredulidad en el banco rojiblanco eran evidentes. La cara de Fabri era el espejo de los cientos de aficionados granadinos que se había desplazo hasta el Sánchez Pizjuán. La suerte, tantas veces esquiva en el inicio de temporada, se había acordado repentinamente del Granada. De ahí hasta el final, bastó con contener las desesperadas e infructuosas intentonas locales por empatar. Los tres puntos viajaban hasta la ciudad de la Alhambra. La victoria no sirve al Granada para abandonar la zona de descenso por diferencia de goles, aunque permite igualar a ocho puntos con otros tres equipos, relegando al Getafe al farolillo rojo. Aunque es evidente que los tres puntos eran muy necesarios, la inyección de moral que recibe el equipo de cara a los próximos enfrentamientos contra rivales directos cobra prácticamente la misma importancia. El Sevilla era, junto al FC Barcelona, el único que equipo que aún no conocía la derrota. Los dos partidos consecutivos en Los Cármenes que se avecinan deben ser la base de la permanencia para el Granada CF.

SEVILLA FC; Javi Varas; Martín Cáceres, Spahic, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Medel, Rakitic, Trochowski (Luis Alberto, m.83); Del Moral y Kanouté (Armenteros, m.46).

GRANADA CF: Roberto; Nyom, Mainz, Íñigo López, Siqueira; Abel Gómez (Moisés, m.92), Fran Rico, Mikel Rico, Mollo (Jara, m.62); Uche (Ighalo, m.78) y Geijo.

GOLES: 1-0, M.1: Del Moral. 1-1, M.79: Geijo. 1-2, M.90: Mikel Rico.

ÁRBITRO: Antonio Miguel Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó al visitante Siqueira (m.06) y al local Medel (m.28).

INCIDENCIAS: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 38.000 espectadores, entre ellos medio millar de seguidores granadinistas. Terreno de juego en buenas condiciones.

 
 
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