Las dudas desaparecen, 7-1
El Granada CF se da un festín goleador ante un débil Águilas, convidado de piedra a la reacción rojiblanca
Luis F. Ruiz / GRANADA
Los jugadores, la directiva, el grupo inversor y el cuerpo técnico. Todos eran conscientes de que, ante el Águilas, el Granada CF se jugaba más de tres puntos. El equipo rojiblanco se disputaba su honor ante una afición que ya había comenzado a dudar del proyecto. Sin embargo, el equipo no falló esta vez y mostró la mejor imagen posible: el triunfo por goleada.
Los granadinos le endosaron siete goles a los murcianos, aunque siendo realistas pudieron ser más. Los jugadores locales fallaron numerosas oportunidades que podían haber ofrecido un resultado tan escandaloso como espectacular. Aun así el éxtasis fue total.
Miguel Ángel Tomé volvió a revolucionar su ‘once’ de salida dejando en el banquillo a Torrecilla y Martín Ortega, y en la caseta a Óscar Pérez. Por el contrario, el míster rojiblanco dio cabida en su alineación a Granada, que formó la pareja de centrocampistas junto con Cámara; y a Felipe, que actuó de enganche. Con este planteamiento, el equipo funcionó desde el inicio.
Pese a que el comienzo fue titubeante, en contra de los intereses granadinos, los locales encontraron el rumbo perdido a través de Tariq, ese jugador al que no se le puede reprochar nada pese a que es delantero. El futbolista se exprime en cada partido, que la pelota llegue al fondo de la red, a veces, no siempre depende de la técnica.
El punta rojiblanco dispuso de su primera oportunidad al cuarto de hora, cuando Javi Casares le colgó un balón que Tariq remató en plancha y que detuvo Tudela. Fue de las pocas que el guardameta murciano pudo evitar en su aciago día en Los Cármenes.
Cuando el equipo rojiblanco empezó a controlar el choque llegó el primer gol del partido del, casualmente o no, pichichi del equipo: Mainz. El central metió la cabeza en el primer palo a un centro de Casares para enviarla al fondo de la red.
Con el marcador a favor, el equipo cogió confianza y, a partir de entonces, el Granada dio la mejor imagen de la temporada. Cinco minutos después del primer gol, una internada de Casares terminó en penalti. Tariq se quitó la espina desde los once metros para empezar la fiesta rojiblanca. Sin embargo, el propio delantero tuvo en sus botas la ocasión errada más clara de todo el partido. Éste quedó solo en el área pequeña de espaldas a la meta rival, pero bien por infortunio o precipitación, falló la ocasión.
Los últimos compases del primer periodo tuvieron cierto grado de locura. En primer lugar, Dani Benítez, a diez del final, enganchó un disparo en la frontal que se introdujo al fondo de la red de Tudela. Un minuto más tarde, justo cuando la defensa local se relajó, un centro de Sivori fue rematado por Pallarés para acortar distancias. Pese a ello, el gol visitante fue un oasis en mitad del desierto.
Antes del descanso aún hubo tiempo para un cuarto tanto. Esta vez de Felipe, que remachó a placer un centro de Javi Casares, quien durante el choque fue uno de los más activos del equipo.
Tras la reanudación, los granadinos buscaron cierto sosiego aunque con ambición. Así llegaron las oportunidades de Granada, al poste, dos consecutivas de Tariq, y sendas de Casares y Benítez, de las que ninguna terminó en gol. Pese a ello, el jerezano hizo encaje de bolillos al internarse hasta la “cocina” y, por bajo, batió a Tudela para establecer el quinto. Con la incorporación de Joselu, que apenas se lució, Torrecilla y Berrocal, el técnico dio descanso a jugadores como Felipe, Cámara, que estaba amonestado, y Tariq, que fue despedido con una sonora ovación.
Fue el propio Berrocal el que mostró las ganas que tiene de jugar. En quince minutos hizo dos de los siete goles para mostrarle al míster que los jugadores no van a regalar su suplencia.
Tras el partido caben varios análisis y conclusiones. Después del choque ante el Águilas quedó claro que, con el control del centro del campo, el Granada CF es otro. Este honor corresponde a Granada, que destacó muy positivamente.
Al endosar siete goles, la afición lo celebró y se alegró de que éste sí es el Granada CF que quieren, incluso, hicieron la “ola”. Ahora solo falta que ésta no sea una raya en el agua y darle continuidad ante el Ciudad Lorquí.
GRANADA CF: Raúl, Javi García, Mainz, Iván Amaya, Rubén, Cámara (Torrecilla, 45’), Granada, Javi Casares, Benítez, Felipe (Joselu, 61’) y Tariq (Berrocal, 71’).
ÁGUILAS CF: Tudela, Emilio, Rafita, Sívori, Lorca (Barros, 59’), Chito (Morillas, 45’), Pallarés, Azpilicueta, Pedro Rodrigues, Rafa Moreno y Zubiliaga.
GOLES: 1-0, Mainz (15’). 2-0, Tariq, de penalti (23’). 3-0, Dani Benítez (35’). 3-1, Pallarés (36’). 4-1, Felipe (45’). 5-1, Casares (69’). 6-1, Berrocal (82’). 7-1, Berrocal (85’).
ÁRBITRO: López Acera (extremeño). Sancionó con la amarilla a los locales Tariq, Cámara, Casares, Felipe y Torrecilla; y a los visitantes Azpilicueta y Rafa Moreno.
INCIDENCIAS: Encuentro disputado en el Nuevo Estadio de Los Cármenes ante unos 7.000 aficionados. Tarde calurosa. En el descanso, un aficionado del sector B tuvo que ser atendido por la Cruz Roja tras sufrir un desmayo. Al final del choque, componentes de la plantilla del Águilas increparon e insultaron en las inmediaciones de los vestuarios a Quique Pina, director deportivo del Granada CF, y a Antonio Vicente, ex presidente del club murciano. La situación quedó controlada tras la intervención de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía.
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