Mal arranque ante la afición, 0-1

Alberto Bueno / GRANADA  |  5 de septiembre de 2010
Carlos Calvo conduce el balón en carrera (BALDOMERO)
Carlos Calvo conduce el balón en carrera (BALDOMERO)

El Granada cayó en casa por un tanto a cero contra el Real Valladolid por culpa de una primera mitad desperdiciada en absoluto donde los rojiblancos anduvieron perdidos y siendo incapaces de retener el balón. En la segunda mitad, la reacción rojiblanca fue en vano por la defensa vallisoletana y los errores arbitrales.

 

"Los Cármenes" por fin disfrutaron de un partido de Segunda División desde su inauguración hace ya quince años. Para el corte de la cinta, el Granada recibió al poderoso Valladolid, equipo recién descendido pero con visos de convertirse ya en claro favorito al ascenso.

La expectación era máxima ante la vuelta de la Segunda a la ciudad. El estadio municipal registró una muy buena entrada, quedándose a un par de millares de espectadores del lleno completo. Un muy buen ambiente en la grada, por tanto, que sufrió en exceso en la fiesta del retorno, donde hubo también lugar para la reivindicación por parte de un grupo de aficionados reclamándole a Ayuntamiento y Diputación Provincial el pago del dinero prometido.

Sistema táctico que no funcionó

En el césped, Fabri optó por un 4-1-4-1 con las novedades de Carlos Calvo, Diego Mainz y Manolito Lucena en el once inicial. Así, Nyom, Mainz, Lucena y Siqueira formaron en defensa; Bergantiños de enganche atrás; línea centrocampista de cuatro con Dani Benítez, Abel Gómez, Óscar Pérez y Carlos Calvo; y Geijo en punta. El cambio en el sistema no terminó de funcionar, lo cual obligó al técnico gallego a realizar ajustes en la primera mitad y cambiarlo en la segunda. Durante el primer tiempo, Carlos Calvo y Dani Benítez, que comenzaron jugando cada uno en sus respectivas bandas, alternaron su posición. En la segunda mitad, con los cambios, Abel Gómez adelantó un par de metros su posición para mitigar la soledad de Geijo y acompañarlo casi como segunda punta, mientras que Mikel Rico y Orellana se mantuvieron atrás. Con la salida de Collantes, Carlos Calvo se ocupó de la media punta, posición donde se encontró a gusto y con mayor naturalidad.

El equipo vallisoletano desarrolló su partido, importándole bien poco los esquemas tácticos del Granada. Jugó una primera mitad de un corte netamente ofensivo, con los zagueros muy incisivos en el ataque y con un juego en vertical desde atrás. Pese a marcar a los 22 minutos, sería ya en el segundo tiempo cuando decidieran levantar el pie del acelerador, opción que se tornó radical con la expulsión de Guilherme, lo cual provocó que los de Antonio Gómez se encerrasen atrás aguantando las acometidas rojiblancas y cediendo todos los espacios.

Primer tiempo de dominio visitante

El primer tiempo fue para los pucelanos, que supieron encarar mejor el partido y no dejaron trabajar al Granada. Los rojiblancos no encontraban su sitio en el campo y la dinámica entre líneas no terminaba de funcionar. La defensa estuvo floja, sobre todo por la banda de Siqueira, que hizo recordar en exceso a Rubén Párraga. El centro del campo no triangulaba bien y estuvo más ocupado tratando de achicar balones que de iniciar el juego. Geijo, solo arriba, andaba perdido en el desierto blanquivioleta. Sin lugar a dudas, el mayor rodaje del Real Valladolid en estas categorías se notó y mucho, frente a un Granada algo timorato y cauteloso. Como dolorosa confirmación de lo que se estaba viviendo, Calle dejó atrás a Lucena en una poderosa cabalgada, la cual pudo arrancar en fuera de juego, para, internándose en el área, mandar un poderoso derechazo para batir por lo bajo a Roberto.

El Granada enseñó tímida reacción: primero Geijo que, bajando con el pecho un pase realizado con tiralíneas por Óscar Pérez, se vio rodeado de rivales y apuros que acabaron desbaratando su jugada; y después Benítez, que con un potente trallazo obligó a lucirse de puños a Jacobo. El árbitro del encuentro, el castellano-manchego Ontanaya López, ya había empezado a dar muestras de que también buscaba su lugar protagonista en el partido, siendo demasiado condescendiente con las duras, en ocasiones, entradas vallisoletanas y castigando en exceso las acciones ilegales granadinas.

Segunda mitad de reacción infructuosa

Visto el panorama, Fabri quiso dar un giro a la situación y dio salida de inicio a Mikel Rico y Orellana. Benítez se tuvo que retirar con molestias en su tobillo. Los cambios en el juego permitieron al Granada desarrollar un mejor fútbol y cambiar las tornas, siendo entonces su oportunidad de cargar su material ofensivo. Los rojiblancos ganaron verticalidad, pero siempre se estrellaban en la frontal del área ante la defensa numantina de los pucelanos, ya encerrados atrás y con el objetivo marcado de conservar el resultado, tres puntos muy valiosos y por completo válidos para las aspiraciones del Valladolid de recuperar la categoría perdida. Cuando la barrera defensiva era superada, un excepcional Jacabó frustró una y otra vez las intentonas granadinistas

Los rojiblancos mejoraron mucho, pero la reacción fue infructuosa absolutamente. Sin embargo, se pudo comprobar cómo el equipo de esa segunda parte, similar al que se trajo la victoria del "Carlos Belmonte" de Albacete, funcionó mucho mejor y creó mayores opciones de gol. El 4-2-3-1 dio al equipo mayor seguridad y permitió mejorar la imagen, dejando claro que la opción táctica del primer tiempo constituyó un error. El árbitro culminó su carrera de despropósitos al no señalar un claro penalti en el área pucelana sobre Geijo que, con todo para rematar a placer, fue derribado escandalosamente. La afición que abarrotó "Los Cármenes" se fue indignada con la actuación arbitral, así como los jugadores y cuerpo técnico, siendo buena muestra de ello la expulsión de Fabri.

El Granada, con esta segunda derrota, se hunde en los puestos bajos de la tabla, aunque con toda la temporada por delante para recuperar posiciones y habiéndose quitado ya a dos de los huesos más duros de la categoría. La Copa del Rey, por otro lado, puede actuar de bálsamo y acicate para la hincada rojiblanca.

GRANADA C.F.: Roberto, Nyom, Mainz, Carlos Calvo, Dani Benítez (Mikel, m. 46), Siqueira, Bergantiños (Orelllana, m. 46), Lucena, Óscar Pérez (Collantes, m. 55), Geijo y Abel Gómez.

REAL VALLADOLID: Jacobo, Marc Valiente, César Arzo, Nauzet Alemán, Guerra, Jorge Alonso (Barja, m. 46), Guilherme, Álvaro Rubio (Jesús Rueda, m. 76) , Barragán, Sisi y Calle (Peña, m. 66).

GOLES: 0-1, Calle, m. 22.

ÁRBITRO: Ontanaya López, colegio castellano-manchego, amonestó a los locales Mainz, Carlos Calvo y Abel Gómez y a los visitantes Marc Valiente, César Arzo y Jorge Alonso. Expulsó con roja directa al técnico local Fabriciano González (m. 88) y por doble amarilla Guilherme (m. 65).

INCIDENCIAS: encuentro correspondiente a la segunda jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio municipal "Los Cármenes ante unos 14.000 espectadores.

abueno@granadaenjuego.com

 
 
Noticias relacionadas
13/05/2025 | Javier Palma

El equipo se ha ejercitado esta mañana a puerta cerrada con el futuro de Escribá en el aire y el nombre de Alcaraz sobrevolando

13/05/2025 | Jorge Azcoytia

El italiano se está destapando como el anotador que necesitaba Coviran

Advertisement