A la sexta llegó el "Robert dimisión"
CONTRACRÓNICA | El Granada volvió a perder en los minutos finales y la afición mostró su disgusto con el entrenador rojiblanco y el nuevo proyecto
Los pitos se oyeron al viento contra el Betis. Y, el otro día, contra la Real Sociedad, el ‘Nuevo Los Cármenes’ estalló. Una nueva decepción del Granada desencadenó en los cánticos de “Robert dimisión” por gran parte del estadio e, incluso, se oyó, aunque en menor medida, el nombre de Diego Martínez. El catalán también lo tocó en rueda de prensa y dijo algo que, pese a quien le pese ahora mismo, es una realidad: “Diego ya no está, está Robert Moreno”.
Con Robert deberá salir el Granada adelante después de seis jornadas sin conocer la victoria, algo que le ha hecho estar en descenso más de cuatro años después. Ni las nueve bajas de la Real Sociedad evitaron otra hecatombe en el coliseo del Zaidín, donde el ex seleccionador volvió a realizar siete cambios con respecto a su última alineación. El objetivo era rotar, ya que el lunes hay otro partido en ‘Balaídos’, pero sí sorprendió ver a Quini en el banquillo después de su partidazo en el Camp Nou. Arias todavía está lejos de su mejor nivel y eso lo reflejó en el campo. Eso sí, en la medular optó por las tres figuras y jugó con Gonalons, Milla y Montoro.
El Granada comenzó ganando y, en cierto modo, recordó al equipo que se vio en el feudo blaugrana. Sin embargo, los agujeros defensivos fueron una constante. Ya en la primera mitad, Luís Maximiano apareció de forma providencial en varias acciones. Se pudo considerar algo engañoso el tanto de Germán, porque ya antes la Real Sociedad tuvo dos ocasiones para ponerse por delante.
Tras la reanudación, el cuadro txuri urdin no tardó en poner en evidencia atrás al equipo nazarí. Los goles de Elustondo y Mikel Merino fueron más acordes a los que se pueden ver en peñas amateur. En el primero, el central remató un córner totalmente solo en el punto de penalti y, en el segundo, nadie hizo por interceptar un despeje estéril de Domingos Duarte.
Como en el duelo frente al Betis, el Granada tuvo un pequeño amago de reacción y volvió a meterse en el partido gracias al penalti transformado por Milla. Restaban veinte minutos para el final y la historia se repitió. El conjunto rojiblanco estuvo obtuso de ideas y no supo ni ir a por el tercero ni aguantar el empate. Otra vez los minutos finales condenaron a los hombres de Robert Moreno y, pese al primer paradón de Maximiano, Elustondo enganchó el rechace sin ningún local a su alrededor.
En esta ocasión sí quedaba algo más de tiempo para buscar un empate que, ya de por sí, hubiera sido inmerecido. Ryan no volvió a aparecer hasta el final y el Granada terminó el encuentro con la cabeza baja, asumiendo una nueva derrota. En el descuento fue Carlos Bacca quien colgaba balones a la olla cuando, a priori, el colombiano debería estar rematando todo lo que por allí apareciese.
Desde fuera, algunos califican de pesimista el ambiente nazarí. Actualmente, esa sensación es, más bien, de realismo. Cuando todo apuntaba al primer triunfo, el Granada estuvo negado en cuanto a un estilo de juego claro y peligroso para su rival, dejando, además, regalos atrás. Diego Martínez ya no está, se marchó de este club porque sabía que las cosas habían cambiado. Pero, no estaría de más recordar lo mucho que costó colocar al equipo en lo más alto como para echar por tierra en tan poco tiempo la herencia de todas las personas que tripularon el barco y crearon una conexión entre entidad y afición nunca vista. Esa hinchada que, en su vuelta al estadio, no ha tardado en pedir cabezas.
@Francalvo1996
francalvo@granadaenjuego.com
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