QUE BONITO ES...
Circunstancial
No se cansan. El Granada volvió a demostrar ayer que va en serio en La Liga. Y lo mejor no son los puntos que acumula -14 en siete partidos- sino las sensaciones que transmite. Ya es el mejor arranque liguero de la historia del Granada CF, contraponiendo su última temporada en Primera División en la que solamente sumó 20 puntos.
Fue en la jornada intersemanal, en el José Zorrilla, cuando el Granada se enfrentó por primera vez en esta Liga con, a priori, su primer rival directo. Para ello Diego Martínez introdujo hasta cinco cambios respecto a su once habitual. Entraron Martínez, Gonalons, Carlos Fernández, Vadillo y Adrián Ramos.
Se pagaron caros los desajustes iniciales de los nazaríes –motivados por las múltiples variaciones-, que vieron cómo se adelantó el Valladolid en una buena acción de Toni Vila. Fue un espejismo. Los de Diego Martínez apenas necesitaron veinte minutos para aclimatarse a la formación (y al pésimo estado del césped) y, con ello, hacerse con el mando del partido.
Carlos Fernández transformó el dominio en gol al filo del descanso, dando tranquilidad a los granadinistas de cara a la segunda parte. Los últimos cuarenta y cinco minutos fueron más de control que de ocasiones, aunque a punto estuvo la remontada de concretarse con un gol anulado a Yangel Herrera por fuera de juego posicional. +1.
Inmediatamente después del Valladolid, el Leganés aterrizaba en el Nuevo Los Cármenes. Otro partido vital pensando en el objetivo. Diego Martínez deshizo los cinco cambios del anterior encuentro y volvió al once que todo aficionado nazarí conoce de memoria. El arranque de los locales fue espectacular: más de cinco balones al área en menos de tres minutos. Las acometidas rojiblancas se sucedieron hasta el gol que fijaría el marcador final. Soldado consiguió hacerse con un balón aéreo y, raro en ‘killer’ como él, levantó la cabeza y cedió el esférico a un mejor posicionado Antonio Puertas, que no falló a puerta vacía desde fuera del área. +3.
Jornada tras jornada se ha tratado la situación actual del Granada como algo pasajero, de duración breve. “Qué poco les va a durar…”. Pues bien, ya van siete jornadas. A ver hasta cuándo es circunstancial.
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