El Granada Femenino 2020/21 una por una: Adriana Cuadros

Mereció a pulso un mayor número de oportunidades de las que gozó. Cuando jugó, mostró siempre su enorme potencial

Fran Calvo | 24 de junio de 2021

Adriana Cuadros, durante un encuentro con el Granada Femenino esta temporada (JOSÉ M. BALDOMERO)

Cuando un equipo de fútbol finaliza una temporada, normalmente siempre queda algún miembro de la plantilla con la sensación de que mereció, por méritos propios, más oportunidades. En el caso del Granada Femenino, tal hecho podría personificarse esta campaña en Adriana Cuadros. La joven rindió siempre a un muy buen nivel cada vez que José Herrera decidió alinearla, pero no consiguió asentarse como una fija en el lateral zurdo, el cual fue alternando con Urre.

De calidad innegable, mostró entenderse a la perfección con Raquel cuando tuvo la ocasión de saltar al campo. Ese costado izquierdo del Granada era, quizás, el que más técnica podía atesorar de la categoría. Sin embargo, no llegó a dar ese salto definitivo hasta la recta final de la primera fase, encadenando tres titularidades consecutivas en partidos decisivos (Cáceres, fuera y en casa, y Pozoalbense). Antes, marcó su único gol de la temporada en La Solana.

El buen rendimiento mostrado le hizo salir de inicio en las cuatro primeras jornadas de la segunda fase. Todo parecía ir bien para la granadina en el momento más importante del curso, pero el gol de Urre en Villarreal le volvió a relegar al banquillo. No volvió a participar en las últimas tres fechas del campeonato, con la sensación amarga, tanto para ella como para la afición, de no verla jugar en el ‘Nuevo Los Cármenes’ en el duelo ante el Villarreal que cerró la liga.

En la primera fase disputó seis encuentros, todos como titular, anotando un gol. Y, en la segunda, hay que añadir unos minutos del partido frente al Tacuense a los cuatro compromisos anteriores que jugó, también de inicio.