EL GALLINERO
La Real llegó a las alturas
El fútbol es un deporte tan imprevisible como subjetivo. Cuando finalizan los partidos se abre el telón, de instala la mesa redonda y se analiza lo sucedido con vehemencia. En distintos estados de ánimo, con la intensidad que arrastra el silbato final hasta la frialdad que se impone horas después. El partido del Granada y la Real Sociedad es un mal ejemplo de todo esto que aquí predico. Porque no ha habido distinción a pesar de la derrota de los granadinistas. Todos coinciden, incluso este mismo lunes cuando el tema principal que ha dinamizado los desayunos en varias cafeterías o en el trabajo ha sido el partido y no el debate electoral de esta noche. Llegará mañana. Todos se han vuelto a mostrar orgullosos ante un Granada que se vio superado por la Real Sociedad, un señor equipo que expuso una de las grandes verdades de este campeonato: los errores sentencian y se pagan. A veces con uno y otras con tres puntos.
La dinámica ganadora que ha acompañado a los de Diego Martínez en esta ocasión fue para la Real. Los de Imanol dieron por bueno que lo que mal empieza bien acaba; un vuelo accidentado que les obligó a desviarse a Málaga y recorrer más de una hora en taxi. Costoso, sí, pero compensado con un liderato que los vascos comparten junto al Real Madrid y Barcelona. El Granada directamente no se subió a un avión que le podría haber colocado otra vez en la primera plaza. Pesaron algo más las piernas, se cambiaron nombres en el once inicial por necesidad y se penalizaron dos errores a los que nos tienen menos acostumbrados los nazaríes. Pero ningún aficionado se atrevió a criticar al equipo. Es imposible. Las sensaciones que transmite el Granada, su intensidad y la entrega son los ingredientes que quiere la afición para "llenar el buche" de la felicidad. Y así respondió la grada, con aplausos y ovación final. Lejos queda ya la desidia, la tristeza o el agotamiento de ver al Granada bajar los brazos en modo prematuro. Ahora el equipo batalla en la adversidad, insiste, golpea y trabaja. Diego y los suyos, la afición en su nuevo estadio.
Esperará Valencia, ahora con más días de reposo. Con más tiempo para preparar el partido y recuperar efectivos desde la enfermería. Montoro es la pieza que más añora la afición, aunque como señaló Diego Martínez: "Hay que recuperar a todos los jugadores". Vico ha sido uno de ellos, quedan más. Altos vuelos con más tiempo para embarcar. Queda mucho viaje.
@JesAlbarracin
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