El esfuerzo trae recompensa para un filial que se reencontró con el triunfo, 2-1
El Granada B supo sobreponerse al tanto inicial del Villanovense
El Villanovense se adelantó en el marcador sin haber realizado méritos para ello en el primer acto pero Aly Malle y Estupiñán, unido a la expulsión del visitante Espín, hicieron posible la victoria de un cuadro local que peleó todo el segundo acto para sacar un triunfo cinco jornadas después
El filial rojiblanco por fin recuperó la senda del triunfo en un partido en el que a priori, parecía mucho más complicado que en anteriores encuentros. La entidad del rival y la gran temporada que estaba realizando hacían invitar poco al optimismo y si a una nueva debacle. Y es que el Villanovense se presentaba en la Ciudad Deportiva de Armilla con la clara disposición de continuar en los primeros puestos de la tabla y seguir dando guerra a todo el pelotón de equipos que buscan un puesto entre los cuatro primeros y tratar de alcanzar incluso el liderato. Y por momentos pareció que los de Villanueva de la Serena impondrían la lógica y se harían con el triunfo. Pero en esta ocasión los rojiblancos sacaron la garra oculta durante tantas jornadas y no desaprovecharon la ocasión de volver a engancharse a la liga, en lo que parecía un deambular continuo de los hombres de Planagumá. La suerte esta vez incluso se alió con unos locales que jugaron varios minutos con una más y que sobre todo supieron aprovechar tal circunstancia para sacar adelante un partido que dado el rival y la forma en que se produjo la primera mitad, invitaban a la bajada de brazos y a la consumición del cuadro nazarí durante un nuevo partido.
El Villanovense aprovecha la única ocasión clara ante un filial mejor
Los granadinos arrancaron con un par de intentonas. Entrena con un disparo que atrapó Wilfred y posteriormente Matheus con otro lanzamiento con otro lanzamiento a las manos del arquero firmaron las primeras aproximaciones sin consecuencias para los verdes. El cuadro extremeño quiso intimidar también a su rival Jesús Rubio probó fortuna ante un Pol Ballesté que rechazó el chut de su rival. Los nazaríes buscaban con más ansia a su adversario pero no tenían la suficiente puntería para acertar con la meta y adelantarse en el marcador. El Villanovense fue haciendo lo propio y trató de equilibrar un choque que hasta el momento pintaba de claro color rojiblanco. Entrena continuó atenazando la meta de Wilfred pero el cancerbero villano estaba muy atento a cualquier balón que merodeaba por su área. El paso del tiempo solo confirmó una igualdad que, si bien por ocasiones no era tal, ahora con el balón jugado y la posesión de ambas escuadras, sí que se mostraba más abierta. Y fruto de esta presión ejercida por el bando de Villanueva de la Serena llegó el tanto visitante. Un robo en el centro del campo fue más que suficiente para montar una rápida contra que cogió por sorpresa a los granadinistas, que vieron como Álvaro González con una gran vaselina anotaba el primer tanto del encuentro después de no haber dispuesto de apenas ninguna llegada peligroso en todo lo que se llevaba de partido. Así pues, las cosas se ponían mal para los granadinos una jornada más. El gol antes del descanso dejó algo noqueada a la escuadra entrenada por Lluis Planagumá, que no pudo inquietar a su rival, que se marchó a la caseta con un botín demasiado grande para los méritos realizados en la primera mitad.
Los locales se vuelcan para voltear el resultado y lo consiguen con un hombre más sobre el césped
El refrigerio pareció sentar bastante bien al Granada B, que arrancó con una marcha más que el cuadro ´villano que comenzó poco a poco a recular y a meterse en la cueva ante el empuje de un equipo demasiado herido en su orgullo y sin nada ya que perder. Con cambios de corte mucho más ofensivo, el técnico rojiblanco se fue decididamente a buscar el empate. Estupiñan estuvo muy cerca pero le pegó mordida a la bola en lo que era una ocasión más que manifiesta de gol y cuando la grada ya se preparaba para cantar el tanto. No sería más que un preludio de lo que estaba a punto de ocurrir. A balón parado por fin consiguió abrir su marcador el filial rojiblanco. Tomás mandó un balón servido desde el saque de esquina sobre la testa de Aly Malle que puso la bola imposible para Wilfred, que hasta el momento había estado inconmensurable. El tanto desarboló a los visitantes que apenas un par de minutos después de haber encajado el gol de la igualada veían como Espín se marchaba a la caseta antes de tiempo al ver la segunda cartulina amarilla. La acción lanzó a unos locales que protagonizaron la oportunidad más clara para voltear el resultado con un disparo de Tomás de nuevo a balón parado en el bote de una falta que finalmente terminó por impactar sobre la madera. Sin embargo, la congoja no le duró a los pupilos de Manolo Sanlúcar, que contestaron a la flagrante ocasión local con otro lanzamiento a la madera tras el bote nuevamente de una falta. Pero las fuerzas ya estaban muy descompensadas y el filial se puso el mono de trabajo para revertir esta mala dinámica en la que llevaba envuelto varias jornadas y demostró tener calidad y ambición para ello. Los locales volvieron a encerrar a su contrincante y pasado el último cuarto de hora del encuentro obtuvieron el premio por el que, en esta ocasión, si que habían peleado y trabajado tanto. Un balón colgado al área grande lo cabeceó con todo Estupiñán lanzándose en plancha para cazar la bola y alojar el cuero dentro de las mallas, haciendo estallar de júbilo a una parroquia rojiblanca muy falta de alegrías esta temporada. El propio autor del gol tuvo que ser atendido y sustituido tras el gol al hacerse daño en la caída del remate. El gol hundió definitivamente a los visitantes, que ya poco pudieron hacer por intentar llevarse al menos un punto de tierras granadinas. Lo que pudo llegar incluso fue el tercer tanto de los rojiblancos, pero Matheus se entretuvo demasiado con la bola y no pudo rematar a tiempo antes de que un zaguero se le echara encima. Finalmente el trencilla señaló el final del choque tras cinco minutos de añadido y el filial rojiblanco pudo ver frenada su racha negativa de cinco encuentros sin anotarse los tres punto en juego.
Granada CF B: Pol Ballesté 2, Corozo 2, Hongla 2, Estupiñán 3 (Hugo Gomez 2, 82´), Tomás 3, Pol Llonch 2, Navarrete 2, Clifford 2, Aly Malle 2, Entrena 1 (Luis Suarez 2, 54´) y Matheus 1 (Nierga 2, 89´). Marcellán, Marín, Adri, Sulayman.
CF Villanovense: Wilfred 2, Iván Pérez 2 (Mustafa 1, 83´), Tapia 1, Espín 1, Owona 1, Curro 1 (Juanjo 1, 83´), Álvaro González 2 (Javi Sánchez 1, 68´), Elías 1, Carlos Fernández 1, Jesús Rubio 1 y Valverde 1. Fermín, Pajuelo, Carlos Andújar.
Goles: 0-1 (37´) Álvaro González, 1-1 (63´) Aly Malle, 2-1 (78´) Estupiñán.
Árbitro: Sánchez López, del colegio murciano. Amonestó a los locales Clifford, Estupiñán y Corozo, así como a los visitantes Valverde, Javi Sánchez y Jesús Rubio. Expulsó al visitante Espín con doble amarilla (65´).
Incidencias: Encuentro correspondiente a la décimo cuarta jornada de liga en el grupo IV de Segunda B disputado en la Ciudad Deportiva de la Diputación de Armilla ante unos 300 espectadores.
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