El Huétor Tájar celebra su 70 aniversario
El conjunto hueteño inició su andadura en 1942
Muchos años después, en el centro del terreno de juego, el ex-jugador Francisco Zamora Álvarez, había de recordar aquellas tardes remotas de fútbol en Huétor Tájar.
Todo comenzó allá por el año 1942, en aquella época no había campos de fútbol de césped como tal, ni focos de luz, ni gradas, ni tampoco había banquillos, pero si existía lo más importante, la ilusión por el fútbol de unos muchachos hueteños que lo convirtieron en su pasión, sólo necesitaron un terreno de juego y una pelota de trapo.
El campo de fútbol estaba situado en aquel entonces en un descampado donde actualmente está el almacén del trigo, un terreno de juego donde la pelota de trapo se descosía frecuentemente, pero siempre había alguna mujer dispuesta a coserla, como la hermana del mediocentro Paco Rubio, que aplicaba con todo el cariño el arte de coser al fútbol para que estos chavales disfrutaran de este maravilloso deporte.
La rivalidad entre la plaza y el barrio ya era todo un hecho en aquellos partidillos que se disputaban entre los hueteños, de ello casi siempre era testigo Don Ginés Uribe Oller, practicante de profesión y que ejercía de árbitro en la mayoría de las ocasiones. Aquellos chavales decidieron dar un paso adelante y formaron el primer equipo de fútbol de Huétor Tájar de la mano de Antonio Luna Sillero, que cogió las riendas de la presidencia, mientras Francisco Sánchez Gámiz, uno de los futbolistas más veteranos, ejercía de entrenador.
Una vez formado el equipo, se disputarían los primeros partidos contra pueblos cercanos como Loja, Archidona o Tocón, partidos todos amistosos al no existir competición, los cuales movilizaban a numerosos aficionados que después de sus largas jornadas de trabajo en el campo acudían a ver a la estrella jugar. La estrella era el nombre por el que se conocía al equipo hueteño, de hecho llegó a formar parte del grito de la victoria: A la bin, a la ban, a la bin bon ban viva la estrella ran ran ran.
Uno de los primeros capitanes de aquel equipo fue Rafael Cerrillo, que sobresalía por su calidad técnica, mientras la portería era defendida por Pepe Puli. Entre aquellos chavales, Francisco Zamora, conocido como Paco Moralea, era el encargado de defender la banda derecha, llegó a destacar por su coraje y valentía en los partidos, porque a pesar de ser amistosos, la rivalidad entre los pueblos era patente y los jugadores se dejaban la piel en el campo, estos jugadores fueron los pioneros en representar a Huétor Tájar en el fútbol.
Desde aquel comienzo, han sido muchos los jugadores que han vestido la camiseta hueteña, sin olvidarse también de los que han sacrificado su tiempo para sacar el equipo año tras año. Setenta años de fútbol, de triunfos, de sufrimientos, de derrotas, de sin sabores, de esperanzas, de desilusiones, de alegrías por este deporte llamado fútbol.
Setenta años después, Francisco Zamora volvió al campo de fútbol para realizar el saque de honor en uno de los partidos de tercera división, fueron solamente unos breves segundos, segundos llenos de recuerdos y cargados de emociones, tras realizar el saque de honor, Francisco alzó los brazos señalando al cielo en memoria de todos aquellos compañeros que junto a él, formaron parte del primer equipo de fútbol de Huétor Tájar. Gracias a la colaboración de Francisco Zamora Álvarez, nacido en 1926 y exjugador del Huétor Tájar.