Mal estreno en liga del Granada. Rochina, con un gol, y Robert, bullicioso, lo poco salvable del conjunto de Sandoval

Andrés Fernández (3): desde luego el debut soñado de cualquier portero no incluye encajar 3 goles. No se le puede culpar en ningún tanto, pero sí que estuvo algo lento en la estirada del segundo. Todavía tendrá que acoplarse a sus compañeros y mostrarse más seguro en sus intervenciones.

Foulquier (0): el francés consiguió a la primera que se echara mucho de menos a Nyom. Cuando tenía que dar un paso al frente y mostrar sus condiciones, ha dado dos hacia atrás. Los dos primeros goles llegaron por su flanco, desguarnecido ante sus alocadas incursiones en ataque. Un auténtico coladero. Sandoval lo vio claro y lo mandó a la ducha tras el descanso. Muy mal lo tendrá que hacer el resto de laterales del equipo para que Foulquier tenga continuidad en el juego este año.

Babin (2): extremadamente lento y fallón. El año pasado a estas alturas estaba como un auténtico toro. El último gol visitante es un ejemplo de la desidia con la que se empleó el defensor rojiblanco, que ni siquiera encimó a Ramis para que peinara a placer en el primer palo.

Diego Mainz (3): la implicación del capitán rojiblanco es innegable a estas alturas, pero igual de innegable es que su nivel queda ya muy lejos del de un central titular de Primera división. La planificación deportiva de la defensa el año pasado ya fue desastrosa, pero lo de este año tienen visos de poder superarlo. Colaboró con Babin en la desidia del tercer gol. Mal.

Salva Ruiz (1): debut para olvidar del joven lateral levantino que culminó con su expulsión con roja directa, dicho sea de paso, bastante rigurosa. Por lo demás, impreciso en el pase y poco presente en ataque.

Rubén Pérez (2): desaparecido y desapercibido. Hay que pedirle mucho más a un jugador que debe ser el eje del equipo.

Javi Márquez (3): en la línea de su compañero en el centro, nunca fue capaz de dominar y crear juego. Estuvo voluntarioso y al menos destacó con algún cambio de orientación preciso que ayudó a generar ocasiones de gol.

Robert Ibáñez (5): ante el pasotismo general, el valenciano lo intentó bastante, sobre todo en la primera mitad, y fue de lo más destacado del equipo. Le faltó, eso sí, materializar en peligro real sus incursiones.

Piti (2): más de lo mismo. Llevamos año y media esperando al Piti que llegó a Granada. Agotado y sin ideas, Sandoval le mandó al banco tras los primeros 45 minutos. Se le acaba el crédito y mucho me temo que tendrá que mejorar si quiere jugar minutos.

Rubén Rochina (6): los estrenos ligueros parece que se le dan bien a Rochina, que volvió a marcar en la primera jornada como hiciera el año pasado frente al deportivo. Estuvo voluntarioso, cosa que se le achacaba el año pasado, y además creó varias ocasiones de peligro. Como contrapunto, estuvo algo individualista en algunas fases.

El Arabi (3): la pretemporada invitaba al optimismo con el marroquí. Parecía que Sandoval había tocado la tecla correcta y había logrado recuperarlo por la causa. Primer partido de verdad y más de lo mismo. Poco peligro y falta de intensidad. Le hicieron un penalti que el arbitró se tragó.

Miguel Lopes (5): mejoró a Foulquier, tarea por otro lado nada difícil después del esperpento de partido del francés. El equipo se quedó muy pronto en inferioridad numérica y tuvo que multiplicarse. Habrá que verlo más.

Success (5): de momento el gran acierto de Sandoval está siendo la reubicación del nigeriano en banda, que nada más salir actuó de revulsivo y asistió a Rochina en el gol granadinista. Si el míster es capaz de controlar la juventud y el carácter del joven africano, está claro que este año será una pieza muy importante.

Édgar (-): poco tiempo para mostrar nada. Lo intentó con un disparo que se fue desviado y donde sus compañeros le reclamaron algo de individualismo.