Uno a uno: Granada CF - Sporting de Gijón
Andrés Fernández (8):
No tuvo demasiado trabajo, bien protegido por su defensa. Jugó correctamente con
los pies cuando no tenía opción de hacerlo en corto con sus compañeros.
Mantiene la puerta a cero por segundo partido consecutivo
Miguel Lopes (8): Vio tarjeta
amarilla pero no estuvo demasiado condicionado por este hecho. Aguantó las
internadas esportinguistas y desactivó la velocidad de los delanteros
asturianos por su carril
Babín (7): Bien en su
segundo partido tras recuperar la titularidad. No se complicó la vida en la
salida del balón, buscando en la mayoría de los casos a los hombres del centro
del campo.
Costa (8): Se ha hecho el jefe
de la defensa y demuestra tener galones en la plantilla, apenas un mes después
de haber llegado. Su aportación en defensa es clave para mantener la puerta a
cero y cuando se suma al ataque lo hace con criterio.
Biraghi (7): No es tuvo mal
el italiano, aunque sigue teniendo muchos problemas para encontrar un compañero
que le ayude a sacar el balón. Se le hizo más larga la segunda mitad, aunque
sufrió menos que en otras ocasiones
Rico (6): Sigue sin precisión
en las jugadas a balón parado. Desafinado en el toque a balón parado, aportó al
equipo algo más en la transición, aunque la lentitud del partido en determinados
momentos hacía demasiado previsibles sus acciones.
Doucouré (8): Volvió a hacer un
gran partido. Llega con la punta del pie a todos los balones y demuestra tener
una gran capacidad de anticipación a la jugada del contrario. Fantástico en la
transición defensa-ataque.
Rochina (7): Pierde mucho
arrancando desde la banda. Pierde energías en llegar a su hábitat natural y vive
mucho más lejos de la portería, donde tiende a enredarse en jugadas poco
prácticas
Success (7): Marcó cuando el
Sporting jugaba a la desesperada, pero durante casi todo el partido demostró
que su enorme potencia debe estar acompañada de mejores decisiones. Será
imparable cuando lo entienda.
Peñaranda (6): Sus últimos partidos
están llenos de dudas, y el de ayer fue una réplica de los anteriores. El
venezolano está cabizbajo y se nota en su juego.
El Arabi (8): Volvió a marcar
de penalti por segunda jornada consecutiva. Presionó y trabajó para el equipo,
pero no fue encontrado por sus compañeros en los balones que llegaban desde las
bandas.
Rubén Pérez (8): Oxigenó en centro
del campo, que se encontraba muy atascado mediada la segunda mitad, y dio
cohesión a la medular tras el gol de El Arabi. Fue el equilibrio necesario para
evitar la reacción esportinguista. .
Barral (8): Provocó el penalti y
dio otra movilidad al equipo. Dejó su pasado a un lado y se vació el tiempo que
jugó, reivindicando la titularidad.
Ceunca (8): Salió a reforzar y
a ayudar a su compañero Miguel Lopes, demasiado amenazado en los minutos
finales. Entendió su papel a la perfección.
El evento tuvo lugar en las instalaciones municipales del Núñez Blanca, donde se vivió una jornada inolvidable