Uno a uno: Celta de Vigo - Granada CF
Andrés Fernández (6): Tuvo poco que ver en los
goles y realizó alguna parada que sostuvo al equipo. A pesar de todo, volvió a encajar en un momento crucial.
Miguel
Lopes (3) Sufrió mucho
con las acometidas de los hombres de Berizzo por su banda. Cuando se
sumó al ataque tampoco aportó y estuvo impreciso en los centros al
área rival.
Babin (6):
Estuvo seguro el Granada en el centro de la defensa hasta que Aspas
descerrajó la zaga granadinista. El central francés jugó atento y
con anticipación, aunque la delantera gallega se mostró muy
superior.
Lombán
(6): Ejerció de jefe de
la defensa ante la ausencia de Costa por sanción, y cuajó una
actuación aceptable, atento a los rechaces y las diagonales de los
jugadores celtiñas, aunque la velocidad de sus rivales les ponía en
evidencia en ocasiones.
Biraghi (1):
Definitivamente no es jugador de primera. Cometió el penalti que
condenó al Granada a jugar a contracorriente y fue incapaz de hacer
algo coherente con la pelota, más allá de algún centro al
área.
Khrin (4):
Fue superado por la medular gallega y tampoco ofreció soluciones en
la transición cuando su equipo buscaba salir con el balón jugado.
Doucouré (5): Fue
de menos a más, pero estuvo menos acertado que en choques
anteriores.
El juego trabado en el medio campo le exigió demasiado y careció de
precisión.
Rochina (5):
Demasiado intermitente el valenciano para lo que se espera de él.
Puso la pólvora en el balón parado, pero su aportación arrancando
desde la banda lo hace un jugador previsible.
Cuenca
(6): Fue creativo con el
balón en los pies, abrió la banda izquierda y se movió entre
líneas con criterio. Tuvo en sus botas la oportunidad de abrir el
marcador.
Peñaranda (4): Como en otras
ocasiones abusó de las individualidades. Tuvo un mano a mano contra
el portero local, pero no supo resolver cuando pudo haber dejado a El
Arabi a puerta vacía.
El Arabi (5):
Estaba en el sitio
preciso para empatar el partido, aunque su aportación en ataque fue
bastante pobre, en líneas generales. No
hizo ningún daño a la defensa gallega.
Barral
(3): Su salida al campo
pasó prácticamente desapercibida. No es el revulsivo que el equipo
necesita para cuando se le acaban las ideas,
Fran Rico (6): Dinamizó al equipo cuando buscaba el empate de forma desesperada y tuvo el gol en sus botas antes de que El Arabi desviara su disparo logrando la igualada.
Rober Ibáñez (4): Las urgencias del partido en los minutos finales no le dejaron pensar con claridad. Jugó atropelladamente sin saber gestionar la ansiedad cuando el choque moría.
cordero@granadaenjuego.com