¿El último baile? (20:00h.)
Ante la precaria situación del club, cada partido del conjunto nazarí puede ser el canto de cisne definitivo. El encuentro ante el Iruña Navarra es un choque de rachas enfrentadas entre nazaríes y pamplonicas
Tras la rueda de prensa concedida por los jugadores, la cuerda entre plantilla y club se vuelve a tensar hasta el límite. Con las nóminas de noviembre sin cobrar y con un ERE que va a afectar a la totalidad de los empleados del Cebé, jugadores, cuerpo técnico, administrativos… nadie se va a librar de los ajustes. Con esta delicada situación sobre la mesa, el aspecto deportivo se ha visto relegado a un segundo plano, cualquier buen resultado que echarse a la boca, será un acto prácticamente heroico por parte del equipo. La profesionalidad es incuestionable, pero antes que jugadores son personas, y tener el futuro cercano entre interrogantes no ayuda a nadie a concentrase.
Si todos los condicionantes no fuesen suficientes para conseguir una victoria tras cinco derrotas consecutivas, el rival que llega para cerrar un 2011 ` horribilis´, no va a poner las cosas fáciles. El Iruña Navarra aterriza en Granada quinto y con una racha de seis partidos sin conocer la derrota, lo que convierte a los pamplonicas en unos visitantes poco propicios para el equipo nazarí.
El conjunto navarro cuenta con una plantilla conjuntada, pero un jugador brilla por encima del resto, Kevin Langford, el ala-pívot estadounidense, es el prototipo de jugador franquicia, asiste rebotea, anota y todo lo hace de forma brillante, siendo el pilar de carga sobre el que se levanta el juego del resto del equipo. El técnico, Ángel Jareño, tiene a su disposición un buen abanico de piezas para arropar a Langford. Iñaki Peña, es un alero inteligente y con mucha movilidad, que aporta puntos desde el perímetro. Ondrej Starosta, el pívot checo de 2,16 es un jugador dominante en la pintura, su intimidación, puntos y rebotes son fundamentales para el Iruña. Jorge Navea, es un jugador muy experimentado, que contagia a sus compañeros el compromiso y el esfuerzo. Con una rotación demoledora en el juego interior, las defensas se intentan cerrar para evitar la sangría bajo los aros, momento que aprovecha Nikola Racocevic para ejercer su labor de francotirador infalible desde la larga distancia. En la manija del engranaje navarro se encuentran Iñaki Satrustegui, auténtico cerebro del equipo y Mikel Uriz, que aporta puntos desde la posición de base.
Para no perder la costumbre de la temporada, Curro Segura ha tenido a sus hombres con la mente puesta en asuntos ajenos al baloncesto, los administradores concursales han llamado a capitulo a varios jugadores, lo que ha desembocado en una rueda de prensa de la plantilla para expresar el malestar general con la situación. El técnico granadino tiene que intentar aislar a sus jugadores durante 40 minutos, para pelear por la victoria y darle una alegría a la sufrida afición antes de que termine el año. El Cebé tiene que intentar zafarse de los golpes de su rival, bajar el ritmo del partido y llevar el marcador a unos guarismos bajos, sí el Granada entra en un intercambio de golpes puede sufrir un KO.
Es un partido para jugar con el corazón más que con la cabeza, la pizarra, los esquemas, incluso la calidad individual se ven relegadas a las sombras, es un choque visceral, en el que cada jugador tiene que luchar por sí mismo, por el grupo y por la afición que los han respaldado hasta el último aliento, se puede caer pero no sin antes pelear.
Granada es la única provincia de toda Andalucía que ofrece a todas las federaciones deportivas la posibilidad de acceder a este tipo de ayudas
La plantilla disfrutará el miércoles de una jornada de descanso