La pizarra de Josema: Valencia se inmola en el Palacio
Los de Ramón Díaz consiguen doblegar al equipo taronja en un partido superlativo
A la sexta fue a la vencida y el Coviran Granada se sumó a la fiesta de vencer en ACB el día en que las quinielas las tenía más en contra. El inicio demoledor de “Magic Costa” enchufó el equipo y a la afición ante una escuadra la de Pedro Martínez, que observaba atónito como el colista se les subía a las barbas y amenazaba con quemar “la falla valenciana” de manera inesperada. Cierto es que el calendario acaba machacando al más pintado, pero en la cabeza del técnico catalán no entraría en ninguno de los casos el caer en el coliseo rojinegro.
A esta epopeya se le pueden poner varios adjetivos que la hicieron posible: un excelso día en el tiro por parte nazarí, una intensidad defensiva desconocida en lo que va de campaña, una zona de ajustes que Valencia, de manera sorprendente, no supo leer, una venganza sobresaliente del ex taronja Bozic que necesitaba demostrar a los que lo ficharon que su decisión de no permitirle pisar la Fonteta como jugador local fue equivocada –y mucho- y una versión “lógica” de Matt Thomas con cuentas pendientes también con los de la ribera del Turia. Toda esta conjunción astral acabó con ventajas que oscilaron entre los 10 y los 15 puntos en fases del encuentro en los que, ni la reacción valenciana, hizo que Granada se descompusiera y bajara los brazos ante una lógica que no se cumplió. Granada dominó en ambos tableros y, ni siquiera un Xabi López Aróstegui que mostró su mejor cara, hizo que Valencia saliera sonrojado ante un rival que fue de más a mucho más a lo largo del choque ante la mirada atónita –y orgullosa- de los casi siete mil aficionados que se congregaron en el recinto zaidinero. Ahora toca Girona y luego el Real Madrid…que visitará Granada sabiendo que en esta ciudad “todo es posible” y si no que se lo digan a Valencia que adelantó las fallas inmolándose ante el colista que sigue vivo…muy vivo.
Pesadilla antes de nochevieja
El entrenador del Covirán lamenta una nueva derrota, pero destaca el buen nivel competitivo de sus jugadores hasta el final
