Los deberes de Escribá
El equipo ha recuperado el nivel competitivo, pero aún le quedan pasos que dar para convertirse en un aspirante al ascenso directo
Escribá se encontró a su llegada a Los Cármenes con un equipo desorientado y carente de identidad, incapaz de competir con regularidad jornada tras jornada, debilidades que fue desterrando para dar paso una versión mucho más competitiva a la que aún le faltan ciertos retoques para llegar al siguiente nivel.
En defensa, el equipo se transformó, mostrándose rocoso, casi impenetrable en las primeras jornadas con el técnico valenciano al frente. Esa intensidad y concentración máximas se han ido relajando en ciertos pasajes de los encuentros, algo que, unido a varios errores individuales imposibles de erradicar, le han costado muchos puntos al equipo.
A la vuelta de Navidad, Escribá debería intentar rescatar ese carácter marcial en defensa, una mejora que sería determinante y acercaría al conjunto rojiblanco a los objetivos.
Con Hongla y Villar, Escribá parece haber encontrado a la pareja perfecta para la sala de máquinas. Con ellos a los mandos, el Granada es capa de controlar los partidos, una actitud dominante que a veces se difumina, por lo que el entrenador rojiblanco debería instaurar un planteamiento más atrevido, sin importar el escenario o el rival.
Aunque la pegada del equipo es incuestionable, los recursos en ataque suelen ser limitados, lo que provoca ciertos cortocircuitos ofensivos que Escribá tendrá que solucionar en la segunda vuelta. El abanico de amenazas en ataque se tiene que diversificar, buscando fórmulas diferentes para sorprender a los rivales.
Retoques que le darían al equipo un plus y les permitiría dar el salto necesario para meterse de lleno en la lucha por el ascenso directo.
En técnico ha confirmado que tiene contrato hasta 2027
"Me sorprendieron las declaraciones de Escribá, están fuera de tono", ha admitido el director general del Granada
