Luchar contra los 'elementos'
CONTRACRÓNICA | El Granada, que planteó un gran partido defensivamente, no pudo sumar en Mestalla por culpa de una decisión arbitral y de la ineficacia ofensiva
El Granada CF está penando en este inicio de temporada en su retorno a LaLiga principalmente por su fragilidad defensiva, pero también por la injustas decisiones arbitrales en contra. El equipo trabaja para mejorar atrás y en Valencia estuvo serio en su parcela, pero una polémica decisión del colegiado García Verdura, que no fue rectificada por el VAR significó el penalti que derivó en el único tanto del encuentro.
Cuentan que Felipe II dijo tras la derrota de la Armada Invencible en aguas británicas y francesas que él no mandó a sus naves a luchar contra los elementos, ayer el Granada tuvo que luchar contra otros 'elementos' que no eran los jugadores valencianistas y volvió de vacío.
El Granada firmó, desde el inicio de temporada, su mejor partido defensivamente hablando en un escenario difícil. Un plan de partido que, por contra, trajo la inexistencia del equipo en fase ofensiva, cosa que penalizó al cuadro de Paco López a la hora de buscar una victoria que nunca ha llegado en ‘Mestalla’.
Con el plan de partido saliendo a la perfección, y el descanso a punto de llegar, la mala suerte se volvió a cebar con el Granada. Los rojiblancos vieron como el árbitro, en un lance del juego entre Torrente y Hugo Duro, señalaba penalti y mostraba la amarilla al zaguero nazarí por “dar un manotazo de manera temeraria” en una decisión desafortunada del colegiado que nunca debió acabar en una pena máxima que convirtió Pepelu en el 1-0 que campeó en el luminoso.
Por si fuera poco, con un Granada que no supo como estirarse en ataque sin perder la compostura y la fiabilidad en defensa, en una de las acciones de ataque granadinista, Boyé recibió una clara plancha de Gabriel Paulista que el trencilla no alcanzó a ver y por tanto no le costó la roja directa al jugador valencianista, tampoco el VAR llamó la atención del colegiado (algo que si hizo con el propio Boyé en Pamplona y que derivó en cartulina roja para el delantero nazarí).
Una nueva derrota, con un arbitraje que cabrea en el Granada, en el que queda reflejado que los rojiblancos no saben defender bien si atacan o vicerversa y donde, una vez más, el arbitraje penalizó a los rojiblancos horizontales.
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