Parálisis del sueño
CONTRACRÓNICA | El Granada completó en Córdoba un partido aciago, de esos que hace temblar los pilares de cualquier proyecto
El millar de aficionados desplazados hasta la ciudad de la Mezquita miraban al marcador y se pellizcaban, tratando de despertar de una pesadilla, pero el 5-0 que reflejaba el electrónico era muy real, una debacle en toda regla, difícil de explicar o de justificar, un marcador que deja muy tocado al equipo.
El mal sueño no tardó en presentarse en 'El Arcángel', con un Granada perezoso y distraído, como si la película que estaba desarrollándose sobre el verde no fuese con ellos, asistiendo como meros espectadores al festín blanquiverde, un rival que supo aprovechar la autopista sin peajes que le adoquinó el plantel nazarí.
Cuando los de Escribá quisieron salir del letargo, las musas ya habían elegido bando, y todo lo que podía salir mal, salió mal. El Granada tuvo varias ocasiones de resurgir, pero el palo, la cara de Marín o la falta de acierto ante la portería rival terminaron de condenar a los rojiblancos, que no tuvieron más remedio que asumir su fatídico destino.
Para sazonar la serie de catastróficas desdichas vividas ante el Córdoba, el choque se saldó con las lesiones de Williams, líder de la zaga nazarí, y de Luca Zidane, que en el momento de su torcedura de tobillo no pudo evitar introducirse en la portería con el balón en las manos, completando la goleada, como un macabro epílogo de lo sucedido en los 90 minutos anteriores.
Ahora, la contundente derrota puede servir para que el equipo muestre el carácter y la personalidad necesarias para rebelarse y perseguir el objetivo con ardor o para que el grupo se suma en las dudas y la temporada termine en fracaso, dos caminos en los que tendrá que elegir el plantel nazarí.
Hay cinco jugadores del plantel rojiblanco apercibidos de sanción por acumulación de amonestaciones
Luca Zidane sigue a pleno rendimiento en una sesión sin Neva ni Stoichkov