Paso al frente de la segunda unidad
Ante el Burgos los menos habituales tuvieron una gran importancia en la victoria
No hay entrenador que se precie que no repite una y otra vez la importancia del grupo, un mensaje que tampoco ha sido ajeno a Paco López, aunque en su caso no han sido palabras vacías, y a pesar de contar con una evidente columna vertebral, el técnico va repartiendo oportunidades que sirven para que la segunda unidad demuestre estar lista para rendir, como se pudo comprobar ante el Burgos.
El entrenador valenciano introdujo en El Plantío varias modificaciones en el once, apostando por algunos futbolistas que no estaban teniendo demasiado protagonismo hasta la fecha. Sergio Ruiz, lastrado durante el primer tramo del curso por los problemas físicos, dio continuidad a las buenas sensaciones ofrecidas ante el Málaga, mientras que Jonathan Silva, con 284 minutos en las piernas antes de visitar Burgos, completó el encuentro por primera vez en la temporada, evidenciando que puede ser un recurso útil.
A pesar de los cambios, la propuesta inicial naufragó, y Paco López puso sobre el césped a Jorge Molina y Bryan Zaragoza. El experimentado delantero volvió a resurgir, comandando la remontada con dos tantos y una asistencia, acallando cualquier duda sobre su rendimiento. Por su parte, el canterano volvió a actuar como agitador, capaz de desequilibrar a la defensa mejor guarnecida.
Con ellos el partido cambió, pero también hay que apuntar los buenos minutos de Perea, otro de los futbolistas que menos oportunidades están teniendo. El albaceteño había dejado algunas muestras de su potencial, pero ante el Burgos se reivindicó, sumándose a la causa de cara al tramo decisivo de la temporada.
El conjunto rojiblanco se comprometerá a acometer las reformas del estadio
A lo largo del curso es el segundo equipo que más se ha devaluado