21 gramos
El Granada volvió a mostrar su versión más apática ante el Racing
En 1907, varios rotativos americanos se hicieron eco de un estudio de Duncan MacDougall, en el que el médico aseguraba, tras estudiar a varios enfermos terminales, que el alma tenía un peso de 21 gramos, una carga que el Granada parece ahorrarse al facturar cada vez que se sube al avión, como volvió a demostrar ante el Racing, dejando escapar una nueva oportunidad para acercarse al ascenso directo.
Frente al conjunto cántabro, Paco López introdujo un único cambio con respecto al once que tan buen rendimiento ofreció contra Las Palmas, una sola pieza que no debería alterar la actitud de los futbolistas, pero que lanzó un mensaje claro, anestesiando al equipo bajo un plan de partido conservador, basado en la contención inicial del rival, como argumentó el técnico valenciano tras la derrota, una receta que parece poco apropiada para el Granada, que debería doblegar a los rivales por calidad y potencial.
Numerosos son los sesudos análisis tácticos de cada encuentro, pero muchas veces el fútbol, como casi todo en la vida, se reduce a ecuaciones más simples, y cuando falla la actitud y las ganas todo se iguala, como demostró el Racing, que combatió con pundonor, sepultando la teórica superioridad de los rojiblancos, ahogados en la indecisión.
Después de varias victorias en la carretera, el Granada parecía haber exorcizado sus fantasmas lejos de Los Cármenes, pero el cuadro nazarí se ha vuelto a convertir en ese alumno perezoso que solo se esfuerza cuando está bajo la atenta mirada del profesor, sesteando cuando apartan la mirada, un privilegio que el equipo de Paco López no se puede permitir si quiere alcanzar el pasaporte directo a Primera.
Puede, que como tras las derrotas en Gijón y Zaragoza, el equipo vuelva a dar su mejor versión ante el Eibar y, dentro de pocas semanas, finalmente se consiga regresar a Primera, en cuyo caso todos estos deslices quedarán sepultados, pero si las cosas se tuercen y el equipo se queda un año más anclado en Segunda esta serie de inexplicables derrotas serán difíciles de olvidar.
El club asumirá la totalidad de los gastos que genere el uso del campo de fútbol y también el mantenimiento ordinario de la instalación
