Las mejores sensaciones enconden los problemas de siempre, 2-0

Incho Cordero  |  18 de enero de 2015
Iturra con el balón ante la presión de Fernando Torres (LOF)
Iturra con el balón ante la presión de Fernando Torres (LOF)
Buena imagen del Granada en el Calderón, intenso y combativo, aunque siguió ofreciendo una más que preocupante limitación de cara al gol. Debutó Ibáñez, que dejó muy buenas sensaciones. El Granada iguala su peor marca, con quince partidos consecutivos sin ganar y acaba colista en la primera vuelta
 

El partido frente al Atleti venía muy marcado por todo lo sucedido durante la semana. El cese de Caparrós tras el partido de Copa, dejando al equipo colista tras catorce jornadas consecutivas sin conocer la victoria, permitió a Aguado sentarse en el banquillo del Vicente Calderón y dirigir por primera vez un partido en la máxima categoría del fútbol español.

El premio para el míster del filial era en cierto modo un caramelo envenenado, que debía digerir con cuidado. Con equipo en una situación anímica muy preocupante, y hundido en la clasificación, el objetivo era dar un giro de timón bien maniobrado, que permitiera a la afición y a la propia plantilla volver a creer en sus posibilidades de cara a la permanencia.

Yuste acompaña a Iturra en la medular y el Granada empieza con buenas sensaciones

Jugarle al Atleti es siempre un quebradero de cabeza y Aguado dibujó con buen criterio un 4-2-3-1 en la pizarra del vestuario. Las novedades, (y a la vez las incógnitas) eran Sissoko, que ocupaba la  posición de lateral zurdo, y Yuste, que se asociaba a Iturra en el medio centro. De esta manera, con dos hombres de banda muy técnicos, como Lass e Ibáñez, Piti asumía las tareas de transmisión hacia la zona de ataque.

Empezó bien el Granada, queriendo tener la pelota frente a un Atleti que le costaba hacerse con los mandos del partido, tras su eliminatoria copera frente al Madrid del jueves pasado. El discurso de Aguado en la previa del partido, apelando a sus hombres a ser descarados, mostraba algo de efectividad. Los minutos pasaban sin que el Atleti se acercase peligrosamente a la meta defendida por Oier, mientras el Granada se estiraba buscando la portería de Moyá con cierto criterio.

El debutante Ibáñez se reivindicó desde el primer momento

Las mejores acciones partían desde la banda derecha, con el debutante Robert Ibáñez muy metido en el partido. Los suyo, al igual que Lass en anteriores jornadas, fue llegar y debutar, casi sin conocer a sus compañeros, lo que de alguna manera demuestra las enormes necesidades que presenta el equipo es sus bandas. Sus primeros movimientos dieron pie a ilusionarse, y suyas fueron las primeras acciones que generaron algo de dua en los atléticos.

Ibáñez, muy inquieto por la banda, provocó dos tarjetas amarillas en el bando rival y hacía transitar la pelota por la medular con criterio, buscando a Piti para gestionar la conexión en la mediapunta. Pero ahí se acababan normalmente las oportunidades del Granada, cuyos jugadores veían como la defensa rojiblanca no mostraba excesivas dudas.

Las dos únicas oportunidades del Granada llegaron en esta fase inicial del partido, con un remate de El Arabi que se marchó fuera, cuando estaba libre de marca, y un balón muy peligroso de Piti a la salida de un córner que Moyá tuvo que despejar con apuros.

El Atleti marca cuando mejor estaba el Granada

Fuera de eso, al Granada, a pesar de que quiso dominar el encuentro durante algunas fase del mismo, las ideas se le disolvían en la línea de tres cuartos. El delantero marroquí no mejoró sus anteriores versiones y muestra un divorcio con el gol más que preocupante para las aspiraciones del equipo.

Cuando el Granada no tuvo la pelota supo aguantar, ordenado y combativo las oleadas del Atleti, que lo intentó de todas las formas, sin encontrar resquicio alguno. Pero pasada la primera media hora, un contraataque en el que Godín se recorrió el campo de punta a punta y acabó siendo derribado de forma muy ostensible por Sissoko dentro del área, abrió el marcador para los de Simeone.

El penalti, transformado por Mandzukic con un disparo imparable, ponía por delante al Atleti, al que no le había hecho falta realizar demasiados méritos futbolísticos; no estaban creando peligro a balón parado, uno de sus fuertes esta temporada, ni el Granada sufría excesivamente en los balones aéreos, así que los colchoneros recurrieron a su ADN del contraataque para desatascar un partido que se les estaba haciendo demasiado incómodo.

El gol no descompuso al Granada, que siguió intentándolo, aunque sus aproximaciones al área local no generaban peligrosidad alguna pra los del Cholo. Los de Aguado se iban al descanso con un gol de desventaja, pero dando una buena imagen y con el partido abierto de cara a la segunda mitad.

Segunda mitad muy física, con un Granada cada vez más mermado

Tras la reanudación, todo fue más espeso. Los atléticos fueron conscientes de que no iban a firmar el mejor partido de su vida, llegado a este punto, y que la victoria, más bonita o más fea le daba los mismo puntos, que al final es lo que vale. Y en el segundo tiempo propusieron un fútbol más físico, frente al que el Granada fue cediendo posiciones. No solo se alejó mucho más del área de Moyá, sino que tuvo bastante menos la pelota.

Los hombres de centro de campo de Simeone, entendieron perfectamente qué debían hacer y por momentos desbordaron a Iturra y Yuste, cada vez menos asistido por sus compañeros de vanguardia. Piti, Lass y Robert fueron desapareciendo según avanzaban los minutos y la presión inicial que ejercían no surtía el mismo efecto que en la primera mitad.

Robert fue sustituido después de vaciarse, lesionado, demostrando que puede aportar buenas cosas a este Granada que necesita de hombres incisivos por banda como él. Lass fue quedando cada vez más aislado en su banda, y con cada balón que caía en sus pies acababa metiéndose en un callejón sin salida. Piti terminó desfondado por el esfuerzo acumulado en sus piernas.

El equipo tuvo opciones hasta el final, pero exhibió demasiada mansedumbre de cara a meta

El Granada siempre estuvo metido en el partido y el único gol que campeó en el marcador durante casi todo el choque le daba opciones, aunque careció de recursos ofensivos suficientes para poder intimidar al Atleti. Los cambios que realizó Aguado refrescaron al equipo en algunas posiciones más castigadas, pero no ofrecieron alternativas algunas a lo que se estaba viendo.

El segundo tanto fue anecdótico, y cerró un marcador demasiado abultado para los méritos de los granadinistas. El equipo dio una buena imagen, mostró compromiso y convicción, pero careció del descaro suficiente, como pedía su entrenador, para asustar a un Atleti al que le bastó recurrir a algunas individualidades de sus mejores hombres y mostrarse como el bloque inexpugnable que acostumbra a ser.

El Granada dio buena imagen, pero volvió a ser demasiado previsible de cara al gol. El técnico que llegue sabe que tiene un problema importante en este aspecto.

Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Giménez, Godín, Siqueira; Gabi, Mario Suárez, Koke, Arda Turan (Raúl Jiménez, 90’); Mandzukic (Raúl García, 82’) y Torres (Griezmann, 58’).

Granada CF: Oier; Nyom, Babin, Mainz, Sissoko (Foulquier, 62’); Iturra, Héctor Yuste, Lass (Juan Carlos, 74’), Rober (Success, 77’); Piti; y El Arabi.

Goles: 1-0, m. 34: Mandzukic, de penalti; 2-0, m. 88: Raúl García, remata a portería un centro con la espalda.

Árbitro: Iglesias Villanueva (colegio gallego). Mostró tarjeta amarilla a Godín, Mandzukic y Mario Suárez por el Atlético de Madrid y a Nyom, Sissoko y Lass por el Granada.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 19 de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón.


cordero@granadaenjuego.com


@inchocordero


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