HISTORIAS: Bodas de plata del Trofeo, por José Luis Ramos Torres
Con tanto ajetreo e incertidumbre como los que caracterizaron la pretemporada granadinista 97-98, el acto oficial de presentación de la plantilla se había ido demorando hasta llegar a la segunda mitad de agosto, en que tiene lugar. Las caras nuevas son muy pocas, sólo tres (Notario, Rafita y Aguilar), a cambio han causado baja en el club el guardameta Ignacio y el carrilero Torres, ambos titulares la temporada anterior. La principal novedad es el presidente (por el momento de una gestora) Francisco Jimena, que regirá los destinos del club en las cinco cruciales temporadas que se avecinan.
Y tres días después, el 21 de agosto de 1997, el Jaén (Manu (Yepes 62’); Roteta (Pascual 73’) Cidoncha, Cabanillas (Somavilla 80’), Fernando (Nono 54’), Gallego (Geli 62’), Rueda (Puche 74’) Vicente Herrero (Robledo 62’), Rodri, Chumilla e Izquierdo (Abreu 74’)), recién ascendido a 2ª A, se adjudica el Trofeo de las bodas de plata, el XXV. Y lo hace derrotando al Granada 0-2 (Notario; Lucio, Arroyo (Quique 46’), Matxón, Antonio, Berruezo (Germán 84’), Roberto Valverde (Jesús Sierra 62’), Edu García (Pascual 84’), Roberto Martínez (Sergio Cruz 62’), Javi García (Rafita 46’) y Aguilar (Manolo 84’)). Apenas mil espectadores asistieron a esta descafeinada edición del Trofeo Granada (que ése sigue siendo su nombre).
El Jaén, recién ascendido a Segunda tras disputar sucesiva e infructuosamente cinco liguillas de ascenso, fue a la de seis a lograrlo. Su presidente era un granadino, Juan Carlos Hidalgo, hermano del periodista Nono Hidalgo, y el banquillo lo ocupaba el mismo míster que lo había conducido al salto de categoría, Quico Álvarez, que la temporada anterior había sustituido a Tolo Plaza. Del equipo se puede decir que se trataba de un bloque homogéneo integrado por jugadores la mayoría de los cuales venían compitiendo juntos desde varias temporadas atrás. Su principal figura seguía siendo el ya por entonces muy veterano delantero Rueda. Para su debut en la nueva categoría apenas se había reforzado y su fichaje más destacado era el del goleador y futuro granadinista Antonio Puche. En su andadura por la categoría de plata no le fue nada bien. Tras un comienzo francamente malo que le costó el puesto al entrenador y su sustitución por Manuel Jiménez, se movió toda la temporada por los puestos bajos de la clasificación para volver nuevamente al grupo IV de 2ª B pese a una buena reacción final. Nuevamente, por tanto, podía volver a hablarse de la maldición del Trofeo Granada, a pesar de que ningún participante había perdido la categoría desde 1991.
El nuevo 'Los Cármenes', prácticamente vacío, acogió este soso partido en el que lo jiennenses fueron mejores y se llevaron la mini copa de la fuente de los Leones merced a los tantos que consiguieron Izquierdo, cuando finalizaba la primera mitad, y Rueda, mediada la segunda, ambos aprovechando fallos de la cobertura local. Muy poco pudimos los granadinistas extraer de lo visto. El único rojiblanco que destacó fue Aguilar. Realmente el Trofeo año tras año va cada vez menos mereciendo su nombre y se va convirtiendo en un partido más de pretemporada sin mayores alicientes.
Apenas una semana después se inicia la liga y el Granada sólo cuenta con 1.200 abonados. El comienzo es malo, empate en Los Cármenes ante el Murcia en un mal partido al que asistieron poquísimos aficionados y en el que Berruezo falló un penalti. El grupo IV de Segunda B este año no cuenta con el Jaén ni el Jerez, ascendidos, pero sí está el Murcia, que viene a unirse a los Cádiz, Málaga, Córdoba, Almería y Huelva, es decir, vuelve a estar integrado por equipos potentes.
Históricamente para los rojiblancos no retornar a la máxima categoría por la vía rápida no es buen augurio