HISTORIAS: El Trofeo de la Franja, por José Luis Ramos Torres
El resultado del primer envite del trofeo 1989 fue de Granada 0 Málaga 0. Los Cármenes registró una entrada cercana a los diez mil espectadores en noche muy calurosa. Según la crónica que firma Nicasio García en Ideal, se pudo ver a un Granada que causó una bastante buena impresión, muy serio, trabajador y bien posicionado, basando su juego en la presión sobre la salida contraria y maniatando así a los hombres de la línea de creación malaguista hasta el punto de no dejarlos maniobrar, en especial el danés Lauridsen, que hubo de ser sustituido. Aunque no hubo goles fue un partido entretenido, sobre todo en su primera mitad.
La alineación granadinista fue: Torrano; Julio (Kike 87’), José Manuel, Mediavilla, Osa; Píriz, Cristóbal (Víctor 67’), Andrés (Choya 81’); Pardina (Rosa 67’), Merayo y Miguel Ángel. Como se observa, de la horripilante temporada anterior había muy pocos de los quince que jugaron, y los nuevos fichajes eran abundantes. Y es que nada más terminar la 88-89 Murado había cerrado la contratación del nuevo técnico, el sevillano José Enrique Díaz, que acababa de completar una magnífica temporada en Segunda B con el debutante Sanluqueño. Este técnico, gran conocedor de la categoría y de lo que necesitaba el equipo, se trajo a un buen número de futbolistas, muchos de ellos muy poco conocidos del común de los aficionados, pero que darían buen rendimiento. Como destacados señala la crónica especialmente a Cristóbal, director del juego rojiblanco, al central Mediavilla y al guardameta Torrano.
El segundo partido del certamen enfrentó al Málaga con el Danubio de Montevideo. Como suele ser norma en este partido intermedio la entrada fue muy pobre (aproximadamente tres mil espectadores) a pesar de que se podía presumir una mayor presencia por el cartel de los contendientes. El fútbol uruguayo, que cuenta con dos títulos mundiales, está dominado por dos clubes que lo ganan prácticamente todo, Peñarol y Nacional. Tras ellos hay otros clubes menos conocidos que son los que consiguen hacerse con los títulos cuando fallan los dos anteriores, como el Defensor, y últimamente también el Danubio. Justamente un año antes de su presencia en Granada, en 1988, había conseguido “la Franja” (así conocido por su uniforme de camiseta blanca con franja diagonal negra) hacerse con su primer título de liga uruguaya (ya en 2004 y 2007 conseguiría dos nuevos campeonatos). Además, en la última Copa Libertadores, de 1989, había conseguido llegar hasta semifinales. Ya no estaba su jugador estrella, Rubén Sosa, que tres años antes había sido fichado por el Zaragoza para después triunfar en el fútbol italiano, pero traía prácticamente el mismo equipo que un año antes le había hecho ganar su primer campeonato, entre los que sobresalían tres internacionales: Gustavo Dalto, Éber Moas, y Edgar Borges.
El Málaga introdujo numerosos cambios con respecto al equipo del partido anterior. Jugaron: Ignacio, Chano, Clemente, Añón (Lauridsen 31’), Ruiz, Gil, Matosas (Jaime 31’), Merino (Villa 46’), ”Gallego” González (José Luis 55’), Azuaga y Esteban. Y por el Danubio, que entrenaba Ildo Maneiro: Baleato, Daniel Sánchez, Kanapkis, Da Luz, Osvaldo, Baldenegro, Juan Gómez, (Vidal 87’), Moas, Rodríguez (Sergio Pérez 73’), Borges y Dalto (Richard 73’). Vencieron los uruguayos por 2-1 a base de imponer su mayor calidad y su juego de toque corto típicamente sudamericano. En general se vio un partido bueno. El 1-0 para los uruguayos lo consiguió al filo del descanso Dalto de gran disparo desde fuera del área. El segundo para los franjinegros lo consiguió antes del cuarto de hora de la continuación, nuevamente Dalto, tras fallo de Ruiz. Faltando diez minutos acortaría distancias para los malacitanos José Luis.
Y como plato fuerte del certamen, así entendido por los doce mil aficionados que asistieron aquel 25 de agosto de 1989, el partido de los nuestros frente a los uruguayos. El Granada jugó con: Antoñito; Julio, José Manuel, Mediavilla Kike (Víctor 73’); Pardina (Andrés 38’), Píriz, Cristóbal, Rosa (Osa 46’); Merayo y Herrera (Miguel Ángel 46’). Y el Danubio repitió alineación. En las gradas se pudo ver a Montero Castillo, que no hacía mucho había sido puesto en libertad después de pasarse varios meses encarcelado por un asunto poco claro. La crónica de Ideal, que firma Nicasio García, culpa al trencilla Márquez Navarro de gran protagonismo en la derrota rojiblanca (0-2) por la que el trofeo en su XVII edición voló hasta el Estuario del Plata. Y es que -siempre según la crónica de Ideal- dio el árbitro validez al primer tanto uruguayo, de Dalto, pese a que la jugada partió de una clara posición de fuera de juego. Esto ocurría a la media hora de partido y siete minutos después llegaba el segundo y definitivo tanto visitante, un golazo obra de Moas con gran control a centro lateral y remate inapelable. Previamente y cuando todavía era el resultado de empate a cero había el colegiado señalado un penalti muy discutible en contra del Granada que lanzado por Dalto detuvo Antoñito. Además, acabó de cargarse el partido cuando al filo del descanso expulsó a José Manuel por protestar. Y para redondear una pésima actuación ignoró un claro penalti a Pardina ya en la segunda mitad. A pesar de todo, el cuadro uruguayo fue justo vencedor del trofeo pues fue, sin duda alguna, el mejor de los tres contendientes. El Granada volvió a exhibir lo apuntado en el primer choque frente al Málaga: un equipo disciplinado que basaba su juego en la presión en el centro del campo; y a esa línea pertenecían los más destacados: Cristóbal (el mejor en los dos partidos) dirigiendo el juego rojiblanco y Píriz vaciándose y apuntando buenas maneras.
www.5000yunramos.blogspot.com
El choque ante los gallegos arrancará a las 21:30 horas