Uno a uno: Weissman y la eterna decepción
El israelí volvió a desperdiciar la enésima reválida como rojiblanco
Cuando el Granada logró el fichaje de Weissman en el mercado invernal de la temporada 2022-/23 todo fueron alabanzas, parecía la pieza que necesitaba el conjunto rojiblanco para pasar al siguiente nivel, pero la realidad fue totalmente diferente y el israelí no se acercó a la versión que fue capaz de perforar la portería rival en una veintena de ocasiones con el Valladolid.
Después de una cesión a la Salernitana, los más optimistas veían su vuelta a 'Los Cármenes' como una oportunidad para que Weissman recordase a ese goleador insaciable, pero una vez más los anhelos han sido devorados por los hechos y el atacante no ha estado a la altura de las expectativas.
Incluso el comienzo del curso hizo albergar esperanzas. Abascal le otorgó varias titularidades, un protagonismo que se prolongó con Escribá y al que Weissman respondió dando síntomas de recuperación, llegando a marcar el gol de la victoria ante el Mirandés en uno de los estadios más complicados de la categoría.
Unas jornadas después, Weissman abrió el camino de la victoria ante el Sporting en un partido muy completo del de Haifa. Escribá reconoció ese esfuerzo y le mantuvo en el once en la siguiente jornada, pero en esta ocasión el rendimiento se desplomó y supuso un punto de inflexión para el atacante, que comenzó a dejar de contar para el técnico valenciano.
Desde ese encuentro ante el Cádiz, la cuota de minutos de Weissman mermó de forma drástica, quedándose en el banquillo en la mayoría de los encuentros o apareciendo en los minutos finales de los partidos cuando ya había poco que hacer sobre el verde, una tendencia que se prolongó hasta el final del campeonato.
Aunque Pacheta utilizó a Weissman en dos encuentros, el israelí tampoco fue capaz de marcar, ofreciendo únicamente entrega y determinación, virtudes insuficientes para un delantero del Granada.
El choque ante los gallegos arrancará a las 21:30 horas
Históricamente para los rojiblancos no retornar a la máxima categoría por la vía rápida no es buen augurio