HISTORIAS: La SAD 'non nata', por José Luis Ramos Torres
En abril de 1997 comienza el proceso de transformación en sociedad anónima deportiva del Granada CF, conversión a la que se comprometió el club (aunque se hace con más de un año de retraso) como parte del acuerdo con el Ayuntamiento para la cesión del nuevo estadio y que fue refrendada en asamblea. En una primera etapa las acciones salen a la venta al precio de 10.000 ptas. cada una y se destinan a los socios de la entidad, los cuales pueden adquirir un máximo de diez. Sólo se venden 640 títulos, y, sólo 53 socios compran el paquete de diez acciones a que tienen derecho.
Terminada la primera fase se da paso a la segunda, en la que tienen derecho preferente a la compra masiva de acciones esos 53 socios que adquirieron el primer paquete de diez. Entre las dos primeras fases sólo Carlos Marsá y José Julián han dado los pasos necesarios que hagan ver que están dispuestos a hacerse cargo del club.
Conluida la segunda fase se da paso a la tercera y definitiva, en la que ya cualquiera, sea o no socio, puede adquirir acciones sin más límite que el de completar el capital social, fijado en 222.600.000 ptas. En esta tercera fase Marsá realiza el desembolso suficiente para convertirse en el accionista mayoritario de la SAD Granada CF. El 51% del capital social le corresponde. Algo más de 113 millones en total ha abonado Carlos Marsá a la nueva sociedad, siendo el segundo accionista en importancia José Julián. Una vez cerrado el plazo y a falta de la aportación municipal del 10% del capital a que se comprometió el Ayuntamiento, se anuncia que en total el Granada ha conseguido vender acciones por valor de 123 millones, que representan el 55% del total que se puso a la venta. A finales de junio tiene lugar la firma en escritura pública de la constitución de la SAD Granada CF.
Marsá a estas alturas del año 97 dispone de liquidez, la que le ha producido la recalificación de parte de los terrenos de su ciudad deportiva de Almanjáyar. Esas plusvalías las invierte en deporte, y no sólo en fútbol, puesto que también pretende (y lo consigue) ser el accionista mayoritario del CB Granada SAD, en pleno proceso de ampliación de capital. El CB milita en ACB desde una temporada antes, desde que se produjera la venta y traslado de la plaza del CB Salamanca.
El día 2 de julio de 1997 se presenta en sociedad la nueva SAD Granada CF en el Palacio de Congresos, con presencia del alcalde Gabriel Díaz Berbel. Su organigrama queda así en sus puestos más destacados: Carlos Marsá será el consejero delegado, José Julián el presidente, Juan Prieto el gerente y portavoz, Gerardo Castillo el máximo responsable de la parcela deportiva y José Luis Garre el secretario técnico. El objetivo a medio plazo es volver a primera división y la construcción de unas instalaciones propias.
Inmediatamente empieza la nueva directiva a tomar decisiones deportivas. La primera es confirmar en su cargo a Lucas Alcaraz. Después y con el visto bueno de Gerardo Castillo renueva Quique Beltrán para enseguida realizar los dos primeros fichajes: Notario y Rafita (o Rafa Rodríguez), ambos del Guadix. A los pocos días ficha Aguilar y renuevan Fernández y Molina.
Parece que por fin el Granada va a cambiar sus anquilosadas estructuras y se va a dar paso a nueva savia y nuevas ideas. Pero también parece que esto es demasiado pedir, porque cuando todavía no se había llegado al plazo de finalización de la primera fase, en junio, ya se podía leer en Ideal que unos cuantos socios no estaban de acuerdo con el proceso. Gerardo Cuerva, José Aragón, Luis López, Eduardo Fernández-Fígares y Manuel Ortega Rosillo se entrevistan con Luis Rivas, que todavía es presidente en funciones, y le piden su paralización porque «no es el mejor momento para llevarlo a cabo». Más bien suena a una conjura de viejos paquidermos del granadinismo que quieren evitar el desembarco en Recogidas 35 de Carlos Marsá y José Julián, o lo que es lo mismo, que quieren impedir que la nueva situación los relegue. El 19 de junio de 1997 este grupo de socios presenta requerimiento notarial para la paralización del proceso de conversión en SAD.
Pero cuando todo está listo y ya se han hecho hasta las fotos de la nueva entidad, salta la noticia de que existe un desfase de casi ¡800 millones! entre el informe contable que en su día presentó el presidente Cándido Gómez a Lazasur para la venta del campo y la auditoría encargada por la directiva que quedó al frente del club tras la dimisión de Candi. Y claro, la Comisión Mixta (Consejo Superior de Deportes, Federación Española de Fútbol y Liga de Fútbol Profesional), no puede dar el visto bueno. Este desfase impide por el momento que la nueva SAD sea registrada en el Consejo Superior de Deportes, y así lo hace saber la Comisión Mixta que considera que no se puede determinar fehacientemente el patrimonio neto actual de la entidad de acuerdo con la documentación aportada, e insta al Granada a presentar una nueva solicitud y acompañarla de otra auditoría que refleje exactamente las deudas del club. Como vemos, ni siquiera en estos momentos de deudas a cero o casi, hay forma humana de saber la auténtica situación económica del Granada CF de nuestras cuitas. Esto se conoce el 18 de julio de 1997 y ese mismo día presenta su dimisión Luis Rivas, presidente en funciones desde la espantá de Candi. A todo esto y aunque sólo hace un año desde la venta del viejo Los Cármenes, ya tiene el club un déficit de más de cien millones.
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