HISTORIAS: Nueve de dieciséis, por José Luis Ramos Torres
En el segundo partido del trofeo de 1988 Rayo Vallecano (Villalvilla; Mendiondo, Madueño (Jesús 69’), Villa, Zapatera, Capón, Cid, Rodri (Cunningham 69’), Hugo Maradona, Sánchez Candil y Botella) y Académica de Coimbra (Valente; Mota, Jorge Costa (Eldon 17’), Joao Mendes, Marcelino, Mito, Barry (Rocha 59’), Rolao, Reinaldo (Marcelo 69’), Tomás (Coelho 77’) y Damas), ante apenas dos mil espectadores, empataron a uno. Antes de echar a rodar el balón se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del descomunal incendio ocurrido el día anterior en el castizo barrio lisboeta de Chiado. Después de fallar un penalti los madrileños, se adelantaron los lusos a los treinta y cuatro minutos con un magnífico gol obra de Eldon en jugada individual. En la segunda parte, faltando un cuarto de hora para el final, Cunningham centra al área y el defensa Mito hace gol en propia puerta. El partido fue bastante aburrido, como casi siempre ha sido norma en el encuentro intermedio sin presencia local, jugado a medio gas por ambos contendientes y sin apenas ocasiones de gol. Lo mejor fue poder ver al que pareció un magnífico futbolista, el brasileño Eldon, que había vuelto a la Briosa después de militar en el Sportig de Lisboa y otros clubes portugueses. La decepción fue un Rayo que vino exclusivamente a cubrir el expediente y no puso ni un poco de interés en agradar.
El club portugués, cuyo nombre completo es Associação Académica de Coimbra-Organismo Autónomo de Futebol -“a Briosa” para sus fieles- es un histórico club luso, fundado por estudiantes de la prestigiosa universidad de esa ciudad portuguesa, que cuando comparece en el XVI Trofeo Granada acaba de cumplir cien años de existencia. Siempre fue y es un club segundón cuyo más importante logro es un campeonato de la Taça de Portugal y un segundo puesto en división de honor. Pero tanto una como la otra gesta ocurrieron hace ya muchos años (la copa en 1939 y el subcampeonato liguero en la 1966-67). Los sesenta fueron su mejor época y en esa década consiguieron también dos subcampeonatos de copa y hasta tres participaciones en Europa. Pero en agosto de 1988 acaba de perder la máxima categoría y se ha iniciado la que quizás sea la peor época de los de negro (que esos son sus colores), que los va a mantener en segunda durante toda una década. El descenso a segunda ha hecho que ya no estén los únicos jugadores de proyección con que contaba: Pedro Xavier, Cadorin y Germano, y la totalidad del plantel de los lusos nada dice a la prensa y a los aficionados. Era el cuarto equipo del país vecino que disputaba una edición del trofeo veraniego granadino (junto a Os Belenenses, en 1974, Boavista de Oporto, que ganó la edición de 1975 y Salgueiros, en 1984). No era la primera vez que “a Briosa” pisaba el verde de Los Cármenes. En septiembre de 1959 había sido sparring del club rojiblanco en el partido de presentación ante su hinchada que tradicionalmente patrocinaba la Asociación de la Prensa. En aquella ya lejana visita el Granada de Kalmar y de Carranza, Benavídez, Piris, Arsenio..., reciente subcampeón de Espsña, se impuso 3-1 a los de negro. Entrala destaca que los lusos causaron sensación cuando comparecieron en el terreno de juego luciendo unas negras y tupidas capas -en el caluroso verano granadino- de colegiales sobre su equipación deportiva.
Y el festival futbolero se completó con el choque entre Granada y Académica de Coimbra. La alineación granadinista fue: Toni; Julio, Castillo Campera, Leo (Kike 46’); Peso (Chori 46’), Choya, Vicky, Lalo Maradona (Andrés 46’); Martín Criado (Gilberto 33’) y Estrelli. Destacaba la presencia del delantero Martín Criado, recién llegado a Granada cedido del Castilla, al que muy poco se le vio y fue sustituido al lesionarse. Por los portugueses formaron: Valente; Mota, Joao Mendes, Ze Paulo, Marcelino, Mito, Barry (Eldon 28’), Rolao (Marcelo 46’ y éste por Rocha 66’), Reinaldo, Tomás y Dimas. A los veintidós minutos de juego se adelantó el Granada por mediación de Estrelli a pase de Choya. El míster luso Oliveira en este partido como en el anterior dio la nota de originalidad con su “arma secreta” que no era otra que el cambio antes de la media hora de juego del mejor hombre de que disponía, el brasileño Eldon. Y, lo mismo que en el partido contra el Rayo, le salió bien pues el recién ingresado en su primera acción consiguió el empate. Pero antes del descanso volvieron los nuestros a adelantarse en el marcador con un gran remate de cabeza de Gilberto a centro de Estrelli. Los cambios introducidos por Lalo tras el descanso propiciaron que el control del partido por parte del Granada fuera más acusado y nacieran varias oportunidades de golear. Sin embargo fueron los de negro los que consiguieron empatar a cinco minutos del final por medio de Rolao en una sensacional jugada individual.
El empate final a dos determinó que una vez más (la de nueve) los rojiblancos se hicieran con el trofeo, ya que dos día antes derrotaron al Rayo Vallecano. El partido fue bueno y entretenido. Asistieron al mismo unos nueve mil aficionados que se divirtieron y salieron esperanzados ante el juego desplegado por este nuevo Granada de Lalo, el cual a los pocos días declaraba a la prensa que «el Granada será campeón y en 1992 estará en primera».
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El choque ante los gallegos arrancará a las 21:30 horas