HISTORIAS: Otros Maradonas, por José Luis Ramos Torres
La política excesivamente personalista y de continuos bandazos de la etapa de Alfonso Suárez al frente del Granada CF, y su demostrado desconocimiento del mundo del fútbol profesional, traducido en errores de muchísimo bulto (el fichaje por un dineral de un jugador que no lo valía, guiándose sólo por su apellido, más el cese del gran técnico que fue Peiró, el único que podía haber salvado al equipo), sólo podía acabar como acabó, con la pérdida de la categoría.
Después de la tragedia del descenso a 2ª B la temporada recién terminada, en el verano de 1988 era el club rojiblanco una entidad desmantelada de la que habían huido todos aquellos que pudieron. Así, cuando un año más se presenta el Trofeo en el palacio de Bibataubín, la plantilla casi se puede decir que se ha confeccionado a base de recortes, con futbolistas desconocidos y que no propician precisamente la animación entre la hinchada. Por eso no es de extrañar que a estas alturas, agosto del 88, apenas cuente el club con mil quinientos socios de los que más de la mitad lo son por veinte años, o sea, no pagan. Ha habido desbandada general y los fichajes son: Colás, del Almería; Julio, del Barcelona At.; Kike Peláez, del Albacete; Vicky, del Badajoz; y Andrés Lucero, del Almería. Y no se ha encontrado equipo alguno al que poder endosarle las dos grandes rémoras que suponen (por su alto contrato y su bajo rendimiento) los argentinos Lalo Maradona y Escudero. Para completar una plantilla que nada dice se cuenta con los canteranos muy jóvenes Padial, Chori (que más tarde cambiará su nombre deportivo por el de Molina), Acosta, Estrelli y Campera. Para dirigir el equipo el elegido es Lalo, en su segunda etapa al frente de los rojiblancos. El que en principio iba a ocupar el banquillo era Aguirre Suárez, pero como éste no pudo acreditar su titulación para poder entrenar en España, finalmente se recurrió a Lalo, que en principio era el secretario técnico.
Alfonso Suárez un año antes había manifestado a la prensa que el próximo trofeo veraniego, el XVI, lo disputarían el R. Madrid y el Nápoles, claro que cuando decía esto lo hacía afectado de “maradonitis”. Vueltos a la realidad más pedestre, tendremos que conformarnos con el Rayo Vallecano y con el club Académica de Coimbra.
En el primer partido de la edición de 1988 el Granada venció por 1-0 al Rayo Vallecano con la alineación: Ignacio; Julio, Castillo, Campera, Kike; Vicky (Peso 78’), Choya, Chori, Andrés; Gilberto (Soto 81’) y Estrelli (Lalo Maradona 90’). El equipo madrileño formó con: Férez; Cota (Rodri 46’), Hontecillas, Glaría, Zapatera, Capón, Jesús, Mendiondo, Hugo Maradona, Sánchez Candil (Cid 74’) y Botella. El único gol del partido llegó a la media hora, obra de Gilberto, de cabezazo a centro de Chori. Apenas seis mil aficionados se dieron cita en Los Cármenes. No obstante, el partido fue bueno en líneas generales y pudimos ver a un Granada muy luchador, que presionaba las salidas contrarias y peleaba todos los balones, y al que lo único que le faltó fue materializar alguna más de las varias ocasiones de gol de que dispuso. Lo mejor del cuadro rojiblanco fue el trabajo de sus dos laterales, Julio y Kike, convertidos todo el partido en dos atacantes más. Los aficionados salieron bastante contentos de lo visto y esperanzados ante aquel nuevo Granada. Como se aprecia, en esta noche agosteña granadina volvimos a vivir una mini edición de un partido con los Maradona sobre el terreno de juego, sólo que en esta ocasión faltó el mayor y estrella de la saga, y los hermanísimos vistieron diferentes colores, y, por supuesto, la expectación concitada no se pareció ni de lejos a la que pudimos vivir unos meses antes.
El Rayo Vallecano se presentaba como club de segunda división, pero en la temporada recién terminada se había quedado a un paso de recuperar la máxima categoría después de acabar quinto clasificado y acceder a la promoción porque el tercero (el Castilla) no podía disputarla. En la promoción no pudo superar al Murcia. Con el objetivo del ascenso se acababa de reforzar con un auténtico fichaje bomba, el del inglés Laurie Cunningham, tras su paso por el R. Madrid y el Wimbledon. Otro fichaje estrella es el de el menor de la saga Maradona, “el turco” Hugo Hernán, al que ya tuvimos ocasión de ver en el famoso partido de los tres hermanos contra el Malmoe, en noviembre pasado, que había recalado en el club madrileño cedido por el Nápoles. Aparte, contaba con algunos jugadores cuyo nombre puede sonar a los aficionados, como el guardameta Férez, el centrocampista Capón o el delantero goleador Botella. De la mano del míster Felines, en la liga que está por comenzar conseguirá un magnífico segundo puesto y con él el ascenso a la que será su cuarta temporada entre los grandes. Por cuarto año consecutivo, como vemos, no hay maldición descensora en el trofeo Granada.
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El choque ante los gallegos arrancará a las 21:30 horas