HISTORIAS: Paco Sanz en Granada, por José Luis Ramos Torres
Al partido Granada – Real Madrid B del XXI trofeo acudieron unos cuatro mil seguidores y el Granada alineó a: Juan Carlos (Carlos Gomes 46’); Santi, José Manuel (José Luis 46’), Álvarez, Paquito (Leo 46’); Carlos (Padial 63’), Onofre, Lucas, Sabín Bilbao (Guti 70’); Mel (Molina 46’) y Roberto Valverde (Ángel 57’). Y por el R. Madrid B jugaron: Contreras, Bermejo (Edu 74’), Villoria, Santamaría, Fernando Sanz, Sierra (Jovicevic 46’), Paco Sanz, Sandro, Vilaseca (Fernando 46’), Soto y Luis Fernando (Morales 46’).
Del buen equipo rojiblanco que en la temporada recién terminada consiguió brillantemente la clasificación para la liguilla de ascenso han sido bajas: Notario (que se ha marchado al Valencia B), Hernández, Queco, y Andrés González. Para sustituirlos se han incorporado el meta vallisoletano Juan Carlos, el lateral izquierdo vasco proveniente del Coruña Sabín Bilbao (que pasó por nuestra tierra con mucha más pena que gloria), el lateral derecho canario Carlos y el delantero centro muy goleador Pepe Mel, que salido de la cantera del R. Madrid y tras jugar bastante en Osasuna, Castellón y Betis, dará un magnífico rendimiento en la temporada que está por comenzar y conseguirá veinte goles en liga más uno en copa. Aparte también se ha acertado con el regreso de Roberto Valverde tras una temporada en el Jaén.
La XXI edición del Trofeo Granada significó la onceava vez que lo ganaba el Granada al vencer en este partido al filial madridista merced a un solitario gol conseguido por Mel a centro desde la izquierda de Sabín Bilbao, al cuarto de hora de partido. En esta edición y con el patrocinio de la Diputación se hizo un esfuerzo y se encargó una nueva copa, valorada en un millón de pesetas, frente a las dos anteriores, en las cuales se recurrió a copas que ya estaban en las vitrinas rojiblancas, alteradas en los romanos del ordinal. La crónica de Ideal, que firma Antonio Espina, destaca el buen partido de los rojiblancos y el acierto que suponen las nuevas incorporaciones, así como lo oportuno de haber conservado el bloque que tan buena temporada realizó. Destaca también la crónica el papel del canario Onofre, en cuya labor de organizador se tienen depositadas grandes esperanzas de cara a la temporada por comenzar; este jugador ya estaba desde la temporada anterior, temporada en la que apenas jugó por las lesiones. Concluye la crónica haciendo una valoración del filial madridista del cual dice que estuvo discreto y evidenció algo de bisoñez en sus muy jóvenes futbolistas.
El R. Madrid B, acababa de finalizar una brillante temporada en Segunda División en la que había quedado sexto clasificado. En su papel de suministrador de jóvenes promesas al primer equipo y al fútbol español en general, acaban de dejar el filial madridista, casi todos promocionados a equipos de primera división, jugadores como Ramis, Urzáiz o Esnáider, y se ha producido una gran renovación. La primera, en el banquillo, que de ser dirigido por García Remón ha pasado a ocuparlo un por entonces joven y desconocido -puesto que hasta ese momento sólo ha dirigido a juveniles- Rafa Benítez. Benítez no llegará a finalizar la temporada al ser sustituido por García Hernández, pero el filial volverá a realizar una gran campaña en segunda división y repetirá el sexto puesto final, a la vez que darán sus primeros pasos en la división de plata esta temporada algunos jugadores que alcanzarán la internacionalidad años después. Es de destacar la presencia en la plantilla del filial merengue de algunos futbolistas que aún siguen en activo, como Contreras, Valerio, Gerardo, Víctor, Fernando, Marcos o Velasco, más algunos recién retirados, casos de Sandro o Dani. Y otros futbolistas que pasaron por varios equipos de primera, como Morales, Santamaría o los hermanos Sanz. También militaba un futuro granadinista, el delantero centro Vilaseca.
Punto y aparte merecen los hermanos Sanz, a los cuales no dedica la crónica de Ideal más mención que la de sus nombres en la alineación inicial. Cuando comparecen en Granada en este agosto de 1993 cuentan respectivamente con 20 (Paco) y 19 (Fernando) añitos y sólo son por tanto dos jovencísimas promesas, además de los hijos del presidente merengue. Qué habría pensado si en aquel momento alguien en plan pitoniso le hubiera dicho a Paco Sanz que andando el tiempo llegaría a tener gran protagonismo en la tierra que visitaba y en el club al cual se enfrentaba.
El choque ante los gallegos arrancará a las 21:30 horas