OPINIÓN: ¿Qué pasa en el fútbol de Granada?, por Gabriel Rosario Lázaro
El descenso a Segunda División B del Granada 74 ha sido la gota que ha colmado el vaso de los fracasos futbolísticos de esta temporada. La no clasificación para disputar la promoción del Granada CF, el descenso del CD Baza o la eliminación en la primera eliminatoria del Granada Atlético han demostrado que el balompié provincial esta bajo mínimos.
El Granada CF tiene una afición numerosa que se ha rejuvenecido en los últimos años con la llegada de la familia Sanz y el último ascenso de categoría. Los rojiblancos apelan al sentimiento a unos colores y a los 76 años de historia de la entidad. Algunos, teniendo en cuenta el presupuesto de cada temporada y el objetivo trazado, exigimos resultados que lleven al equipo a cotas deportivas importantes. Estas dos últimas campañas, el Granada CF ha tenido jugadores costosos que solo han aumentado la deuda de la entidad.
He perdido la cuenta de cuantos años lleva el Granada CF sin pisar categoría profesional. La Segunda División, esa que hemos visto pasar efímeramente por el municipal ‘Escribano Castilla’ se antoja muy lejana para la entidad rojiblanca, pese a que se vuelva a vender que la próxima temporada se intentará el ascenso. ¿Cuántos años lo lleva buscando el CD Linares? Allí han mantenido el bloque en los últimos años y han contado con un entrenador preparado como Braojos, por ejemplo. En el Granada CF no va a continuar ni la mitad de la plantilla y, pese a que el cuerpo técnico es numeroso y profesionalizado, la punta del iceberg en la dirección deportiva es para un simple aficionado, que ha demostrado sobradamente que el cargo le viene grande.
En Granada no puede haber tantos empresarios caprichosos, creando proyectos que no llegan a ninguna parte en materia deportiva, utilizando instalaciones municipales costosas y gastando dinero de forma innecesaria. Yo no se si sería necesarias una fusión, filialidad, disolución o ‘juntamiento’, pero continuar un año más así es una locura.
Por otro lado, el Granada 74 lleva más de treinta años intentando subir de categoría. La falta de dinero ha sido siempre un lastre para Carlos Marsá que tuvo que dejar descender a su primer equipo a Primera Andaluza cuando la ruina era total. Pero las circunstancias cambiaron, y los millones llovidos del cielo por la venta de su Ciudad Deportiva le permitieron comprar el Ciudad de Murcia y trasladarlo a Granada. La ansiada categoría la hemos tenido, y como vino se fue.
El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, alentado por unos pocos, le cortó el cordón umbilical al proyecto desde su inicio y propició el destierro a Motril. Ese mismo alcalde que se declaró rojiblanco hasta la médula antes de las elecciones municipales y que, meses antes, propició el nacimiento del Granada Atlético para enterrar al ‘histórico’. Los empresarios se pusieron manos a la obra y, a pesar del fracaso del primer equipo, han logrado las máximas categorías para sus conjuntos de cantera.
El Granada Atlético tiene en su haber un club saneado y con dinero, vamos que tiene la ‘jaula’ para ubicar el canario, pero éste ahora ha volado a Segunda B de la mano de Marsá. En Granada hacen falta personas inteligentes a nivel político y empresarial que puedan darle de comer al canario ya sea rojiblanco, rojillo o rojiverde. No hay necesidad de que desaparezca ningún club granadino, simplemente se puede crear uno que aglutine todas las fuerzas, como por ejemplo han hecho en Málaga o Almería.
Llevamos treinta años con el paso cambiado tratando de conseguir el objetivo, pero por lo visto vamos con el paso cambiado. En este periplo de miserias deportivas hemos visto subir y bajar al Recreativo de Huelva, Real Jaén y al Málaga CF, ascender al Cádiz CF, UD Almería, Écija Balompié, Algeciras, etc. Y aquí celebrando que el Real Madrid o FC Barcelona ganan ligas o triunfan en Europa.
El choque ante los gallegos arrancará a las 21:30 horas