OPINIÓN: ¿Y ahora qué?, por Gabriel Rosario Lázaro
Despedirse con algo de elegancia para una directiva es presentar la dimisión y quitarse de en medio con la convocatoria inmediata de una Asamblea de Socios.
La directiva de Paco Sanz, que presentó su renuncia el pasado 23 de diciembre (se ve que estaban esperando que les tocara la Lotería Nacional de Navidad para salvar la situación), ha tardado una semana en anunciar la cita con los socios. Lo curioso del asunto es que no la han convocado para el próximo día 14 de enero (con los correspondientes 15 días de antelación), si no para el día 21 (a lo mejor antes no podía venir el ya dimitido presidente no residente).
Los dirigentes se han dado casi dos meses de margen para arreglar las cuentas. Lanzaron la cortina de humo de la Ley Concursal el pasado 25 de noviembre, cuando en realidad la dimisión en bloque estaba encima de la mesa. Dos meses de impagos más a jugadores, cuerpo técnico y empleados. No han encontrado soluciones.
Ahora, la pregunta del millón es quien va a poner el dinero necesario para mantener vivo al ‘histórico 5.001’. No hablo de los casi diez millones de euros a los que se puede elevar la deuda de la entidad, me refiero a los más de dos millones que harán falta para acabar esta temporada y evitar un nuevo descenso administrativo de categoría por impagos a futbolistas.
El Ayuntamiento de Granada no ha consignado subvención en los presupuestos de 2009 y los condiciona a desbloquear las deudas con la Agencia Tributaria y Seguridad Social, misión imposible. Hufrago, que adelantó dinero del patrocinio de esta temporada abonando dos mensualidades de la pasada campaña, no tiene liquidez y no sabe cuando podrá hacer frente a algún abono. Los más de seis mil socios han pagado religiosamente su carnet de esta temporada y la cuantía sirvió para tapar agujeros del pasado ejercicio. El resto de aficionados, incluidos foreros y palmeros, no encuentran viabilidad a la actual situación y me temo que no podrán hacer frente a las importantes nóminas mensuales del equipo. La Federación de Peñas es la única que se mueve y no por ello es esquiva a las duras críticas.
En mi opinión, el 5.001 debe seguir su curso a nivel deportivo porque así lo demanda la afición, los socios y parte de la ciudad. Nadie tiene la potestad para hacer desaparecer o enterrar los más de 76 años de historia del Granada Club de Fútbol. La entidad rojiblanca es propiedad de sus socios y sólo estos pueden decidir su futuro. Pero no podemos caer en los errores del pasado dejando el club en manos de los mecenas y salvadores de turno que sólo vienen a ampliar la deuda prometiendo que el equipo llegará pronto a Primera División. El Granada CF tiene que vivir con los recursos que él mismo genere.
Sin embargo, parte de la ciudad e incluso de la afición demanda otro proyecto distinto. Un proyecto estable a nivel económico y sólido en lo deportivo. Una estructura profesional para relanzar el fútbol de la provincia a nivel nacional. Pero, ¿cómo es posible llevar a cabo ambas cosas?, muy sencillo. La historia se repite pero a la inversa. Actualmente existen dos proyectos antagónicos. Uno que reúne a la masa social con el sentimiento a unos colores, y otro proyecto deportivo estable. Libre de deudas y que permita confeccionar una buena plantilla acorde con el capital invertido.
Al nacer un club nuevo, sin deudas, la inversión se haría sólo para estructurar una plantilla importante, además de crear una Ciudad Deportiva y contar con un importante entramado de equipos dependientes. Ese club podría ser el Recreativo de Granada que, partiendo de Tercera División, buscar cotas mayores a corto y medio plazo.
No estamos hablando de un engendro cualquiera, el Recreativo de Granada fue el germen del actual Granada CF, fue el propietario del antiguo Estadio de ‘Los Cármenes’ y era el único dueño del patrimonio del club ubicado en Recogidas 35. Fuero los socios los que renunciaron a este club a favor de su hermano menor, el Granada CF. Ahora las circunstancias aconsejan lo contrario por considerar que el Recreativo no tiene deudas y puede ser el futuro más inmediato.
Es sólo una opinión más que pienso debe ser respetada, como el resto de opiniones. La viabilidad del Granada CF es difícil, aunque no imposible, eso es cierto. Pero como en su día dijeron los empresarios granadinos, esa viabilidad tiene que estar sujeta a cuestiones especiales en las que no parece que se quieran mojar nuestros políticos.
Históricamente para los rojiblancos no retornar a la máxima categoría por la vía rápida no es buen augurio