OPINIÓN: Homenaje de un amigo a Miguel Prieto, por Antonio Lasso
Acabamos de llegar de dar sepultura a nuestro amigo Miguel Prieto García. Todos hemos tenido compañeros de trabajo y hemos tenido muchos amigos en nuestra vida privada. Sin embargo, no se que tienen las aficiones, y los amigos que compartimos en ellas, que en este caso, y hablo de fútbol, a mi concretamente, se me ha ido un entrañable amigo que desde hace más de cuarenta años tenía.
Estas amistades, que se hacen a través como digo de una mutua afición, llegan a calar tanto en la vida de uno que no se concibe que ya no esté en este mundo para discernir con él cualquier asunto relacionado con nuestro tema. Miguel empezó organizando campeonatos cuando era casi un niño y después fue jugador, árbitro, etc . Por compartir esta afición y posteriormente por mi vinculación con la Federación, ya lo empezaba a conocer.
Sin embargo, la primera junta directiva que compartimos fue en 1973 cuando se hizo cargo de la Federación Granadina Miguel Ángel Palomares que arrastró a Miguel Prieto para que le acompañara como Secretario. Pasados unos años, tanto él como yo tuvimos unas diferencias con Miguel Ángel y nos marchamos a formar una directiva en los filiales del Granada CF. Miguel Prieto era el presidente de esa directiva que componíamos entrañables amigos, todos ellos procedentes del fútbol modesto.
Esta aventura nos duró dos años, pues seguidamente, y una vez que yo era delegado provincial, Miguel Prieto se vino conmigo a la delegación como Secretario. Esta nueva singladura, en la que yo estuve tres años y medio, compartió conmigo más de dos años hasta que otra vez, por distintas causas, se marchó.
Después, y a partir de 1982, se produjo mi relevo tomando Miguel el mando de la nave. Al poco tiempo yo me in corporé como vicepresidente hasta hace un tiempo en lo dejé por macharme al Granada CF. En todos estos años que nos hemos conocido hemos sufrido distintos incidentes en nuestra vida privada que no se porqué compartíamos los dos. Todo lo que le ocurría a Miguel al primero que se lo comunicaban era a mí. Estaba predestinado a estar en primera línea en sus cosas. A mi me pasaba igual. Miguel era tan cumplido que si te operaban, el primero que acudía a verte a la UVI era él. Lógicamente los dos hemos estado presentes en todos nuestros acontecimientos familiares ya que ni él podía faltar en nada mío ni por supuesto yo en cualquier celebración suya. Siempre tenia palabras amables y nunca olvidaba el día del santo de uno, cumpleaños, etc., conmigo era completo.
Por suerte hemos estado muy ligados en muchos temas, y aunque por la Federación han pasado infinidad de amigos extraordinarios, nosotros siempre nos hemos guardado mucho respeto y nuestra amistad estaba por encima de todos los condicionantes que pudieran ocurrir. Por eso digo que he perdido un gran amigo. En el fútbol todos le conocían y todos le respetaban. Siempre ha sabido estar en su sitio y en este último adiós solo le tengo que agradecer su amistad y decirle que siempre estará presente en mi vida y en mi corazón.
Históricamente para los rojiblancos no retornar a la máxima categoría por la vía rápida no es buen augurio
