OPINIÓN: ¡Vaya jornada!, por Jaime Lucena

Jaime Lucena (GRJ)
Jaime Lucena (GRJ)

Tenía yo muchas ganas de que llegase este domingo. Por una parte, por la mañana vería a mi Granada Baloncesto en un partido muy complicado, en la siempre difícil cancha del Menorca, jugando un partido fundamental para sus aspiraciones coperas, y por la tarde derby, en el descenso, descafeinado, con dos equipos deprimidos por su situación en la tabla, y ambas plantillas sin cobrar varias mensualidades. Si, todo es verdad, pero derby al fin y al cabo.

Peor no ha podido ser. En baloncesto se perdió un partido que se pudo y se debió ganar. Sin razones aparentes, el equipo se hundió en los últimos 5 minutos, tomando decisiones en ataque casi siempre equivocadas, y olvidándonos de jugar con ese superclase que es Borchardt. No solamente se perdió un partido, sino también muchas posibilidades de acudir a la Copa del Rey.

Pero es verdad que aunque la decepción fue grande, tampoco la crítica debe de ser desmesurada. Es muy difícil acudir a la Copa, y más con la cacicada de que el Estudiantes, haciendo una temporada lamentable, acudirá si o si a dicha Copa, y además, el equipo lucha, pelea, y a veces se gana ( siempre en Granada ) y a veces se pierde ( siempre fuera de Granada ). Desde aquí mi ánimo para ese último esfuerzo en Málaga y en casa ante el Estudiantes y poder apurar las opciones de acudir a esa gran fiesta que es la Copa.

 

Por la tarde la debacle, el horror, la pesadilla. Ganando cómodamente, ante un equipo, el 74 , mal físicamente y sin ideas, finalmente se termina perdiendo. El equipo está ya en puestos de descenso, lo normal para todo lo que está ocurriendo.

Si nada cambia nos vamos a tercera. Tenemos una plantilla sin sangre, sin garra y sin ganas, y encima sin cobrar. Es un equipo donde si algo puede empeorar, empeorará seguro. O viene alguien con dinero y les paga, o esta plantilla, codo con codo con la directiva, nos llevan a la tercera división.

Bueno, Felices Fiestas para todos, esperemos que el equipo de Baloncesto nos de una buena alegría, y procuremos no pensar mucho en fútbol, ya que sino, todo lo que comamos, que será mucho más de lo que necesitamos, nos sentará irremediablemente mal.

 
 
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