Queda partido

Hay que hablar de Fernando

Julio Franco  |  3 de julio de 2023
Julio Franco (GRJ)
Julio Franco (GRJ)

Casi 60 años después, el C. D. Eldense regresa al fútbol profesional, y lo hace de la mano de Fernando Estévez, un granadino triunfando en tierras lejanas.

Más allá de lo que ya hizo por aquí, Fernando representa un ejemplo de lo que es ser entrenador, de poseer talento para esto del fútbol y la dirección de equipos. Porque un entrenador de fútbol debe ser medido por los rasgos estables que son propios de su figura, y no por aspectos ajenos a su disciplina, creencias falsas y manipulables u opiniones que carecen de cualquier valor futbolístico. Fernando no ha sido ex jugador profesional de fútbol, es decir, no reúne uno de los principales argumentos para aquellos que consideran esto como requisito fundamental, sin embargo, es entrenador de entrenadores, maestro en su materia. Él, como muchos otros de su mismo perfil, reúne las capacidades necesarias para llamarse entrenador. 

Cuando hablamos de estas capacidades, no hacemos referencia a algo abstracto, sino a algo que se lleva, se porta y que incluso puede ir cumplimentándose en ese periodo de formación tan necesario para ir creciendo en un mundo cada vez más exigente y competitivo. Te detienes y escuchas a Fernando u a otros tantos que no han tenido la suerte de poseer tanta destreza en el arte de dominar la pelota, y los ves capacitados para comandar cualquier grupo de personas y que estas mueran por él. Porque Estévez es un amplio abanico de habilidades que lleva consigo desde casi que nació, que le son innatas y otras que ha ido adquiriendo gracias a las virtudes que buenamente le son propias. Solo ha necesitado y, le ha costado la vida, como aquellas que salva en su día a día como médico, un escenario y la oportunidad de mostrarlas. Porque muchas veces, solo se necesita eso.

 

No se trata de silenciar a unos u a otros, esto no va de qué entrenador o perfil de entrenador es mejor, se trata de identificar quién está preparado para desarrollar la labor. Porque uno puede llevar consigo el cargo habiendo sido anteriormente lo que sea, concretamente, y no es sencillo, tienes que lograr que te sigan, que crean en ti, tus jugadores, y para esto las capacidades cobran un valor fundamental.  

Los hay, y muchos, entrenadores digo, pero se precisan oportunidades, contextos que las propicien. Entrenador no es cualquiera, casi nada que te propongas hacer te va a convertir en ello, lo llevas o no lo llevas.  A Fernando se le veía venir desde hace mucho, era cuestión de tiempo y de que lograse encontrar los caminos que posibilitaran sus destrezas. Se ha erigido en un mundo donde el acceso está muy limitado, casi imposible, sobre todo para aquellos que anteriormente no han sido algo en el fútbol. 

Oportunidad, oportunidades, dejen al talento o a quienes han nacido con esas capacidades para ser entrenador emerger y mostrarse. Más de uno se llevará una sorpresa. Esta profesión, este puesto de trabajo, hay que respetarlo, como a cualquier otro. Tiene su estudio, su nomenclatura, su metodología, su conceptualización… De fútbol, del de verdad, no habla cualquiera y muchas veces ridiculizamos la profesión, aceptamos lo que sea. Igual que a un médico, abogado o maestro se le respeta por el conocimiento de su terreno, con un entrenador debe pasar lo mismo. Trabajamos con personas, día tras día, colaboramos en su formación, ya sean niños, adolescentes o adultos, cumplimos un papel transcendental para el deporte y la sociedad. No podemos aceptar cualquier cosa. Solo los mejores deben ocupar un banquillo, y Fernando lleva siéndolo desde hace mucho. 

 

 
 
Noticias relacionadas
Advertisement