De lo que pudo haber sido y no volvió a ser, 69-73

Roberto Castillo / GRANADA  |  12 de enero de 2011
Panchi Barrera debutó en el Palacio (BALDOMERO)
Panchi Barrera debutó en el Palacio (BALDOMERO)

El CB Granada volvió a acusar un mal inicio de partido frente a Unicaja, sumando su 13ª derrota de la temporada en un choque que llegó a ir perdiendo de 21 puntos y que consiguió, casi, remontar al final.

 

El CB Granada cosechó una nueva derrota, y ya van 13 en 16 choques, ante un Unicaja al que le bastó y sobró jugar bien un solo cuarto para casi finiquitar un encuentro que ellos mismos se encargaron de complicarse en las postrimerías del mismo, cuando casi lo tenían ganado en los 10 primeros minutos.

Los hombres de Poch salieron a la pista algo erráticos en ataque, con cuantiosas pérdidas de balón e imprecisiones en los lanzamientos, lo que unido a una escasa, por no decir nula defensa, propició que el equipo malagueño alcanzase pronto rentas cómodas en el electrónico. Sorprendió la entrada como titular de Panchi Barrera, ya que Nico Gianella, como demostraría posteriormente, se encontraba listo para jugar. El CB cuajó uno de los peores cuartos que se recuerdan en la capital, anotando solamente 8 puntos, mientras que Unicaja, con un espectacular 13 de 15 en lanzamientos de campo obtenía 29, con Joel Freeland como principal baluarte. La valoración de este cuarto dejaba a las claras las sensaciones que se palpaban en la pista, -1 a 42.

El partido quedaba prácticamente herido de muerte, y tan solo un milagro parecía pudiese salvar al conjunto nazarí. La entrada en pista de hombres como Jesús Fernández o Manu Rodríguez, que cuajó una sensacional actuación, unido a las rotaciones de Unicaja, propiciaron que la distancia fuese mermando paulatinamente. La intensidad defensiva era notoriamente más elevada, y el acierto de cara al aro rival comenzaba a hacerse patente. Coby Karl, algo más acertado que en sus últimos encuentros, fue el máximo anotador del CB Granada en el partido, y en este 2º cuarto anotó algunos valiosos triples. La entrada en cancha de Nico Gianella supuso la gran ovación de la noche, y cuestionó el por qué de su tardía entrada, cuando casi estaba todo finiquitado. Fruto de algunas buenas acciones del "Galgo" el marcador quedó en 32-42, diferencia que parecía podía ser salvable para los granadinos.

Tras la reanudación la tónica del encuentro continuó por los mismos derroteros. Los malagueños se ponían cada vez más nerviosos, Aíto no acertaba con las rotaciones, y el CB Granada se acercaba cada vez más en el marcador, alentado por un público que creía en la remontada. Jesús Fernández y Panchi Barrera fueron los principales ejecutores de una hombría que a la finalización del cuarto parecía casi alcanzable, 51-52.

El último cuarto fue un cúmulo de circunstancias diferentes a analizar. En primer lugar, el CB Granada, a diferencia de otras ocasiones, sí fue capaz de situarse por delante en el electrónico, gozando incluso de ventajas de hasta 3 puntos, pero llegado el momento de la verdad le tembló el pulso, especialmente desde los tiros libres. Hasta 5 consecutivos marraron hombres de buen porcentaje como Kurz y Karl, puntos que a la postre fueron decisivos. En segundo lugar, Aíto, en el culmen de su desesperación, dio entrada a Terrell McIntyre, el genial base que en Málaga no está mostrando el nivel de antaño y que arrastraba problemas físicos, como se pudo observar en los escasos minutos que estuvo en juego. Y por último, los triples, como siempre. El CB Granada tiene una especie de extraña maldición con los lanzamientos triples en los últimos minutos de los partidos apretados. Recordadas son canastas lejanas de Calderón, Teletovic, Navarro o recientemente Jimmy Baron que hacían volar victorias del Palacio de los Deportes. En esta ocasión fueron Tripkovic y especialmente Rod Blakney, discreto durante el resto del partido, los que dinamitaron cualquier opción de victoria nazarí, cuyo público se marchó especialmente dolido y desesperanzado al haber estado tan cerca de obtener una victoria que hubiese resultado histórica por la remontada. El norteamericano contestó un espectacular triple de Rob Kurz para romper la igualdad a 69 con 22 segundos de partido, y ahí murieron las esperanzas rojiverdes.

Ahora es menester que el vestuario saque conclusiones positivas de los tres últimos cuartos y trate de corregir, por enésima vez, los momentos vividos durante el primero, y sobre todo que mantengan el nivel de intensidad y buen hacer en tierras alicantinas el domingo, por donde pasa, si no entero, sí buena parte del tren de la salvación.

rcastillo@granadaenjuego.com

 
 
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