Trifón Poch: ''Tenemos que minimizar errores y sacar la máxima competitividad que tengamos''
El técnico nazarí se mostró dolido por la última derrota pero confía en remontar el vuelo e iniciar una dinámica ganadora
Oscuros nubarrones se presentan en el panorama del equipo rojiverde. Se cayó en cancha catalana y las peores expectativas salieron a relucir, ya que además el “basket average” se puso tremendamente complicado. Para más inri, ahora toca volver a peregrinar a aquellas lejanas tierras para visitar al hermano mayor de los del Nou Congost, el DKV Joventut, cuando el vestuario sería más proclive en no pisar aquellos lares en mucho tiempo. Las heridas se muestran aún tiernas, pero el calendario, si de por sí siempre es implacable, se muestra con los andaluces este año demasiado burlón.
Y es que si los manresanos se caracterizaban por un estilo definido a golpe de años, los badaloneses no son menos, y han basado tradicionalmente su equipo en un formidable trabajo de cantera cuyo cénit quizás lo protagonizó Aíto García Reneses, con un por aquel entonces desconocido Ricard “Ricky” Rubio que debutó con escasos dieciséis añitos en la cancha granadina; o un desequilibrante Rudy Fernández que saltaba y saltaba sin cesar por las canchas hasta dar finalmente con sus huesos en la mejor liga del mundo, la norteamericana NBA.
Tiempo ha pasado desde entonces, y el DKV sigue erre que erre con su modelo. A las acuciantes deudas del club, que le han obligado a declararse en concurso de acreedores, se le ha respondido con una apuesta más necesitada que nunca de las jóvenes promesas. Nacho LLovet, Josep Franch, Albert Homs y Pere Tomàs son firme muestra de esto último. Además se ha sabido poner al mando de la nave a un experto entrenador que gusta del juego en equipo y “sencillo”: Pepu Hernández.
Y todo esto ha hecho que nos encontremos al equipo catalán alojado cómodamente, como temporada tras temporada, en la zona noble de la tabla (concretamente en la cuarta posición con siete victorias),ya que el sello de Carl English, Will McDonald y Quinton Hosley le dan ese empaque y competitividad necesaria a los “niños” verdinegros.
No ha sido una cancha tradicionalmente cruel para los nazaríes (a excepción de la sonrojante derrota de 2007/08 en la que se perdió por ¡50 puntos!, en la que es la derrota más abultada del Cebé en su historia), ya que la han conseguido dinamitar en varias ocasiones (2004-05 por 85/87 y 2009/10 por 76-86), sin embargo el contraste de dinámicas entre ambos equipos no hace presagiar un encuentro fácil para los granadinos.
Trifón, en la rueda de prensa previa a cada choque ha sido muy escueto y claro sobre la sensación que ha dejado en el equipo la última derrota: “Cuando se pierden partidos no estás con una alegría especial en los entrenamientos. Creo que en cierta medida es bueno que el equipo se sienta responsabilizado en que la situación no es buena y que tenemos que dar el máximo de trabajo y concentración para minimizar los errores y sacar la máxima competitividad que tengamos en el grupo y dar lo mejor que tengamos para alcanzar el mejor nivel”, mientras que el alero ruso del Cebé, Yaroslav Korolev, por su parte, se mostró tajante: ”las intenciones son que ahora no importa quién sea: Joventut, Caja Laboral o Barcelona. Estamos en la zona roja y tenemos que luchar por cada partido para ir arriba”.
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