Frío, poco fútbol y empate, 0-0
El Granada 74 no puede con un Portuense inoperante en ataque, pero sólido en defensa
Miguel López / GRANADA
Muy poco o nada fue lo que demostró el Granada 74 en la tarde de ayer. El cuadro que dirige Miguel Rivera apenas creó peligro en un partido marcado por la ausencia de fútbol y el continuo juego duro. El encuentro, que se jugó a las cuatro de la tarde, fue aburrido hasta la saciedad.
La primera ocasión llegó a los tres minutos de juego; Sergio Molina sacó una falta que tras envenenarse a punto estuvo de colarse en la portería defendida por Taranilla. Desde ahí hasta el final de la primera mitad el partido fue un continuo frontón y las ocasiones fueron pocas y muy malas. En el minuto quince de la primera parte Pepe vio amarilla por una falta que Abel sacó sin mayores consecuencias. Con el paso de los minutos, ambos equipos fueron intentado encontrar un patrón de juego, pero ninguno lo encontró; la improvisación y el pelotazo largo estuvieron presentes a lo largo de los noventa minutos.
Al filo del descanso el 74 gozó de la mejor ocasión de toda la primera parte; corría el cuarenta cuando Antonio Valero –ayer más extremo que lateral- en una internada por la izquierda puso el balón a la hoya, por detrás llegó como una bala un zaguero racinguista que no metió el balón en su propia portería de milagro. Los primeros cuarenta y cinco minutos no dieron para más.
Tras la reanudación, más de lo mismo; dos equipos perdidos por el campo, sin criterio alguno y esperando que en alguna jugada aislada el balón penetrara la portería. Rivera intentó darle más mordiente en ataque al equipo con la entrada de Bordi. Pero el argentino no es aquel jugador del Linares que te resolvía un partido en un detalle técnico. Todo lo contrario, Bordi está muy lejos de su máximo rendimiento y la lesión que sufrió hace poco no ha hecho más que agravar su delicada condición física.
En el segundo acto, si alguien llevó peligro al área contraria fue el Portuense. En el minuto once de la reanudación Sanlúcar –probablemente el jugador más activo de todo el partido- chutó fuertemente a portería, el disparo se envenenó tras tocar en un defensa y Jhoni no acertó finalmente a bocajarro. Con el partido roto y sin juego; la fatiga y el juego de contención propiciaron que el partido se cargara de faltas y juego duro. Muestra de ello fue el rifirrafe entre Abel y Choco, o el manotazo de Valero a Sanlúcar en el minuto sesenta que no mandó al de Dehesas a la calle por compasión del árbitro. Así unos y otros dejaron de un lado el fútbol para convertir aquello en un combate de boxeo.
Si malo fue el partido, peor fue el árbitro, quien en ningún momento supo imponer su autoridad sobre el campo. Fue muy poco riguroso en ciertas jugadas, no vio clarísimas faltas y agarrones y por el contrario si que vio más de una que no existía. Pero la guinda del pastel llegó en el minuto ochenta y seis de partido cuando Sambruno hizo un auténtico paradón en el área. El balón venía por el aire y el jugador del Portuense sacó el puño a pasear y despejó el esférico. El penalti lo vio todo el campo menos el colegiado y su asistente.
La última ocasión del partido fue también la mejor y llegó en el descuento, Carrasco remató de cabeza totalmente solo un envío desde la banda, afortunadamente Darío metió la mano enviando el balón a córner. Así terminó un partido en el que el juego y los goles brillaron por su ausencia.
GRANADA 74: Darío, Choco, Valero (Bordi, 70’), Pepe, Juanma, Héctor, Nino, Juanma Ortiz (Urtain, m. 75), Juan Moreno (Nene, m. 90), Thierry y Sergio Molina.
RÁCING PORTUENSE: Taranilla, Velázquez, Sambruno, Merino, Iturralde, Abel, Uvi, Sanlúcar (Armada, m. 89), Kikín (Carrasco, m. 68), Zanotti y Jhoni (Vázquez, m. 82).
ÁRBITRO: Arcediano Monestillo del colegio castellano manchego; muy malo: aparte de comerse un penalti clamoroso de Sambruno por mano; no pitó con ningún tipo de rigor. Amonestó a los locales Choco, Valero, Pepe y Nino, y al visitante Uvi.
INCIDENCIAS: Partido disputado en el estadio José Ávila Rojas de la Ciudad Deportiva Granada 92 ante unos 400 espectadores de los cuales aproximadamente cien venían desde El Puerto de Santa María.
El equipo se ha ejercitado esta mañana a puerta cerrada con el futuro de Escribá en el aire y el nombre de Alcaraz sobrevolando