A todo gas
CONTRACRÓNICA | El Granada necesita rendir al máximo para poder competir
El Granada sufrió una metamorfosis en 'El Sardinero', pasando de ser un equipo hipotenso y descoordinado en el primer acto a mostrar una versión mucho más intensa y aguerrida en los segundos cuarenta y cinco minutos, demostrando que para los rojiblancos la frontera entre el éxito y la derrota sigue siendo muy fina.
Pacheta, no sin dificultades, ha ido moldeando un equipo reconocible, con carácter, capaz de mirar a los ojos a cualquier rival de la categoría, pero para que ese nivel competitivo aflore se necesita que todas las piezas del engranaje funcionen a la perfección, si fugas ni fisuras, como se demostró ante el Racing.
Este Gramada, que arrastra carencias evidentes, es capaz de tapar sus vergüenzas con tesón y una gran energía, pero en el momento que la actitud falla todo se desmorona y el equipo se vuelve vulnerable, quedando a merced de los rivales, por lo que la concentración y la intensidad son innegociables para que el plan de Pacheta funcione.
El gran reto para el conjunto rojiblanco es sostener ese nivel durante 90 minutos, algo que prácticamente no ha conseguido en lo que va de temporada y que le impide salir de la zona roja de la clasificación, un sótano que a buen seguro abandonará si es capaz de encontrar la regularidad.
Para lograrlo, la aportación de la segunda unidad es crucial y en 'El Sardinero' algunas piezas como Arnáiz dieron un paso al frente, incrementando incluso el nivel, lo que supone una inyección extra que necesita el Granada para poder sobrevivir a una temporada tan exigente.
El objetivo es asesorar e impulsar el crecimiento de los 42 clubes profesionales en distintas áreas de negocio, así como desarrollar proyectos estratégicos.
"El 2-0 nos ha hecho ser conformistas y dar un paso atrás", ha lamentado el técnico del Racing





