Los héroes del EuroGranada: Diego Martínez
Cualquier análisis se queda corto para el que ha sido el mejor entrenador de la historia del Granada

Todos los apelativos positivos que vayan dirigidos a Diego Martínez en su etapa como entrenador del Granada se queden, seguramente, cortos. Sin ningún tipo de dudas ha sido el mejor entrenador visto en la capital nazarí en 90 años de historia. Sus logros deportivos están completamente fuera de dudas, inimaginables la mayoría de ellos, pero el legado que deja el gallego va mucho más allá de lo futbolístico. Gracias a él, hoy los niños de la ciudad expresan a los cuatro vientos que son “del Graná”. Nunca antes se había visto una conexión entre equipo y afición como la que reina en estos últimos años. Ahora, toca mantener vivo ese legado.
Ya había sido el entrenador revelación de la anterior temporada, y en este no hizo más que prolongar esa condición y consagrarse como uno de los mejores en el panorama nacional. El técnico más joven de Primera División fue el que mayor tiempo consecutivo ha dirigido al Granada en toda su historia. Nunca antes nadie había estado tres campañas consecutivas en el banquillo rojiblanco.
A las hazañas ya conseguidas en sus dos primeros años, en este último se unieron las más mágicas que podía vivir un granadinista. El papel del equipo en la Europa League permanecerá para la eternidad en las retinas, ya no únicamente de los aficionados, sino de todos los habitantes de la ciudad. En liga volvió a lograr el objetivo de la permanencia con mucho margen y coqueteando a lo largo del curso con la zona europea. Y, en Copa, se quedó a un minuto de repetir semifinales.
Sin embargo, no todo fue del todo bonito para el vigués. En esta campaña se sucedieron, concretamente, dos hechos que no le sentaron nada bien. El primero tuvo lugar mientras se encontraba superando el Coronavirus. El bochorno de San Sebastián y la forma en que fue gestionada tal situación por el club no resultó del agrado del técnico. Se encargó de recordar siempre que pudo en rueda de prensa aquella situación. Y, por otro lado, el mercado invernal. Estuvo los meses precedentes al mismo exigiendo y avisando de que la plantilla necesitaba refuerzos de garantías y pronto. En cambio, recibió dos hombres que ni pidió ni le convencieron y en el último día.
Si ello tuvo algo que ver o no en su decisión final solo él lo sabe. Pero, sí es una realidad que acabó extenuado, tanto mental como físicamente. Diego ha sido un entrenador capaz de sacar lo mejor de cada futbolista y exprimir al máximo todas sus cualidades, descubriendo, en muchos casos, algunas que ni ellos mismos conocían. Eso también produce en el que lo genera un cansancio notable.
Su última aparición en público fue la menos deseada por los granadinistas. Una fecha después del 27 de mayo, día en el que el club anunció su decisión de no renovar, compareció en una de las ruedas de prensa más emotivas que se recuerdan en el ‘Nuevo Los Cármenes’ durante los últimos años. Fiel reflejo de todo lo que ha significado para la ciudad. Algunos, incluso, le esperaron a su salida para poder agradecerle personalmente por todo lo cosechado. Se fue Diego y, con ello, nació la leyenda.
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