"Me gustaría preguntarle a esos 20 o 30 jóvenes por qué nos apalearon a mi hijo y a mí"

Uno de los agredidos en la previa del Motril - Jaén cuenta que "corrieron detrás de nosotros gritando que debían coger como mínimo a uno"

Fran Calvo  |  14 de septiembre de 2022
Momento de la paliza de ultras del Jaén a aficionados del Motril en la localidad granadina (TWITTER)
Momento de la paliza de ultras del Jaén a aficionados del Motril en la localidad granadina (TWITTER)

El lado más oscuro del fútbol, el de la violencia, hizo acto de presencia durante la jornada del pasado domingo en Motril. Allí, el Motril y el Real Jaén inauguraban en el ‘Escribano Castilla’ lo que debía ser para ambos una ilusionante temporada en Tercera División. Sin embargo, el resultado deportivo quedó sin relevancia desde el momento en que más de una veintena de radicales del conjunto jiennense apalearon sin ninguna razón a dos aficionados blanquiazules que se disponían a disfrutar de su equipo.

Estas dos personas son padre e hijo, de 57 y 33 años respectivamente, pertenecientes a la peña animosa ‘Frente Kiskilla’, en la que algunos de sus integrantes incluso asisten a los encuentros acompañados de niños y niñas de corta edad. Granada En Juego habló con el mayor de ellos para conocer lo sucedido, una vez que ambos ya presentaron las correspondiente denuncia por lo sucedido.

El seguidor relató la desgraciada situación que le tocó vivir en sus propias carnes: “Formamos parte de una peña familiar de unas quince personas que cada domingo, antes de los partidos, nos reunimos en una plaza cercana al estadio. En esta ocasión cambiamos de ubicación, ya que habíamos leído algo en redes sociales y el encuentro fue declarado de alto riesgo. Quisimos evitar cualquier tipo de problema, aunque no tuviese nada que ver nosotros”.

 

“Todo parecía normal y nos dirigíamos ya hacia el campo cuando, desde unos 60 metros atrás, comenzaron a correr hacia nosotros unos veinte o treinta hombres, jóvenes en su mayoría. Lógicamente, cada uno intentó correr lo máximo posible para salvar su vida. Yo me fui quedando atrás y solo escuchaba gritos que decían que al menos tenían que coger a uno. Ese uno fui yo. Le grité a mi hijo que siguiera, pero es mi hijo e intentó ayudarme. Lo único que recuerdo es a la gente turnándose y pegando puñetazos uno detrás de otro, mientras veía con impotencia las agresiones a mi hijo” contaba el aficionado motrileño que, además, para colmo “el móvil se me cayó en mitad de la trifulca, lo alzaron como si fuese un trofeo y lo volearon. Quedó también destrozado”.

Su respuesta no está en la violencia, sino en el diálogo, y expresó que “no entiendo en qué cabeza entra hacer ese tipo de cosas. Lo que más me duele es que la gran parte eran jóvenes. Sin mediar palabra, comenzaron a pegar. Me gustaría meterme con ellos en una habitación tres minutos, sin nada de golpes, y preguntarles por qué hicieron eso. Que nos den una explicación. Y decirles que ese no es el camino, no pueden utilizar el fútbol como una vía de violencia”.

“Desde luego que la solución empieza desde los clubes. Son quienes deben condenar este tipo de actos y erradicar la violencia en el fútbol. Nosotros comenzamos el día entusiasmados porque en la peña estrenábamos bombo nuevo. Y, dos días después, no me apetece volver a un estadio de fútbol. No por miedo, sino por cansancio de estas situaciones” argumentó.

 
 
Noticias relacionadas
05/03/2023 | Redacción

El equipo tricolor fue superior y gozó de las mejores ocasiones en 'La Victoria', pero cae por un gol del granadino Antonio López

03/03/2023 | Redacción

El técnico arenero apela a "la concentración y la seriedad" para intentar asaltar el feudo del Jaén este domingo

TERCERA RFEF (Grupo IX)
Advertisement