Descalabro de Coviran Granada en la pista de Morabanc Andorra, 88-62
El equipo de Pablo Pin cuaja una segunda parte horrenda que le condena a la derrota
Coviran Granada cayó derrotado con estrépito en la pista de Morabanc Andorra, equipo al que podría haber dado caza de haberse alzado victorioso. Los de Pablo Pin cuajaron la peor segunda parte imaginable ante un conjunto de los denominados “de su liga”, siendo incapaces de atacar con ideas y, sobre todo, defendiendo de forma ineficaz y dejándose llevar en el último cuarto, dejando una paupérrima imagen que deberán corregir en los 6 partidos que restan, si quieren conservar la categoría. Superados con claridad en el rebote y atorados en ataque, algunos jugadores quedaron en entredicho por sus nefastas actuaciones, como es el caso de Cristiano Felicio y Will Barton, irreconocibles en todas las facetas del juego. Solamente Kwan Cheatham y Jake Wiley estuvieron a la altura de lo esperado en una tarde para olvidar.
El partido comenzó con ambos equipos activos en ataque, intercambiando canastas. Jake Wiley era el mayor productor de puntos para Coviran, cuyo juego alegre y aprovechando las contras no anticipaba el desenlace real del partido. Poco a poco Andorra fue sacando ventajas de su dominio en el rebote en ambas canastas, lo que traducía en segundas y terceras opciones de ataque. Por su parte, el rendimiento ofensivo y, sobre todo, defensivo de Coviran bajaba enteros y se notaba incapaz de sujetar a Harding y Montero, que hacían que los locales se fuesen con sus primeras ventajas al final del primer periodo, 21-17.
El segundo cuarto continuó la proyección del primero, con los andorranos dominando los rechaces y, por el contrario, Coviran errático y perdido en la pista, sin ideas y precipitado. El partido de los nazaríes era malo en todos los aspectos, y poco a poco fue tornándose en un correcalles que en nada le beneficiaba. Andorra se iba 10 puntos arriba, a pesar del corto bagaje anotador del encuentro, 35-25, merced a la producción de Jerrick Harding. Un parcial 0-7 daba algo de esperanza a los visitantes, que veían en Kwan Cheatham al faro que podía dar algo de luz a sus esperanzas, con 35-32 al intermedio.
Tras el descanso Coviran regresó a las andadas, con un fatal arranque, cediendo un parcial 8-0 que volvía a colocar a Andorra por encima de los 10 puntos de distancia. Solo 2 puntos fue capaz de producir el equipo granadino en la primera mitad del cuarto, lo que lastró sus opciones de optar a ganar el partido. Sin hacer un partido brillante, Andorra mermaba y respondía todas las intentonas visitantes por acercarse en el electrónico, y el último periodo se encaraba con un 55-46 que daba más opciones a Coviran de las que el juego podría evidenciar.
El último cuarto fue un descalabro absoluto, en el que los nazaríes no estuvieron a la altura, especialmente en defensa, donde concedieron muchísimas facilidades para que los pirenaicos pusieran la directa y encarrilasen el partido desde los primeros compases. La actitud mostrada no fue la más adecuada, especialmente si tenemos en cuenta la importancia que se le daba al partido de cara a alcanzar a un rival también inmerso en la lucha por el descenso. Los puntos locales iban entrando en tromba, hasta en 33 unidades, con un Coviran absolutamente derrotado y afligido, el cual esperemos que se reponga en lo anímico para afrontar los importantes duelos que restan, especialmente contra Breogan y Palencia. El partido se cerró en un sonrojante 88-62.
MORABANC ANDORRA 88: Tyson Pérez 12, Jean Montero 15, Jerrick Harding 20, Stan Okoye 4 y Marin Maric 18 – quinteto inicial – Mihajlo Andric 3, Rafa Luz 8, Juan Rubio 0, Tobias Borg 4, Nacho Llovet 4.
COVIRAN GRANADA 62: Kwan Cheatham 18, Elias Valtonen 9, Lluis Costa 4, Jake Wiley 10 y David Krämer 8 – quinteto titular – Malik Dime 0, Cristiano Felicio 0, Jonathan Rousselle 7, Christian Díaz 0, Pere Tomàs 6, David Iriarte 0, Will Barton 0.
PARCIALES: 21-17, 14-15, 20-14, 33-16.
ÁRBITROS: Serrano, Padrós y González. Eliminaron por 5 faltas personales al visitante Krämer.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vigesimoctava jornada de Liga Endesa disputado en el Pavelló de Govern de Andorra ante 4635 espectadores.
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