Una oportunidad ganada con creces
Las jugadoras del Granada Femenino esperan y desean verse recompensadas y contar con el apoyo de los aficionados en su partido ante el Betis en Los Cármenes

Decía Lauri, capitana del Granada Femenino, hace menos de un año en una rueda de prensa previa de un Granada - Betis de Copa de la Reina, que se disputaba en el ‘Nuevo Los Cármenes’, lo siguiente: “Ojalá la gente nos dé una oportunidad y venga a apoyarnos”.
Casi once meses después, la historia se repite. Granada y Betis rememorarán ese duelo copero en el coliseo del Zaidín y las futbolistas de Roger Lamesa gozarán de una nueva oportunidad para enganchar a la afición, no solo este martes, sino cada dos domingos en la Ciudad Deportiva. Ellas mismas se han encargado a lo largo del día previo de, a través de sus redes sociales, difundir un llamamiento a sus seguidores, familiares y amigos para que acudan al estadio de todos los granadinos.
Es decir, están ejerciendo de sus propias community managers. Piden esa oportunidad que se han ganado día a día, porque en sus circunstancias el fútbol no es lo único que sacrifican para lucir orgullosas la elástica rojiblanca horizontal. Aunque la oportunidad, más bien, se la darían los aficionados a sí mismos.
La afición que asiste bufanda o bandera en mano al templo nazarí cada dos fines de semana para llevar en volandas al equipo masculino, podrían darse la oportunidad de ver en la portería a Andrea Romero o Sandra Estévez. Dos guardametas que regresaron a su tierra para seguir cumpliendo su sueño de defender el arco granadinista.
Podrían darse la oportunidad de ver el coraje a la vasca con el que Gaste defiende la banda derecha, o el sacrificio que desempeña Alba Pérez en cada situación, tanto dentro como fuera del campo. De alentar a Marta Carrasco como lo hace ella a sus compañeras. De ser uno más en la familia de Cristina Moreno, cuyo padre, Toni, asiste orgulloso a cada encuentro de su hija ilusionado con revivir el ascenso que un día consiguió. De sentir ganas por rematar uno de los precisos centros de Carol. No será tan difícil cuando los abuelos de Cristina Postigo viajan desde Málaga cada catorce días, incluidos aquellos aislados partidos en los que la Cártama no participa.
Podrían darse la oportunidad de comparar desde la grada a Pamela con un todoterreno. De alucinar con cada detalle que hace Alicia cuando pisa la pelota. De ver a Sergio Busquets disfrazado de Inés Faddi, o a Noe Salas de Marcos Llorente.
Podrían darse la oportunidad de jugar a adivinar la velocidad que alcanzan las carreras de Laura Pérez y de morderse las uñas como lo hacen sus familiares en la grada con cada desborde suyo. De sacar los prismáticos para observar si lo que Naima García tiene en su bota izquierda es un guante o, simplemente, es talento natural. De celebrar los goles de Mascaró o Ángeles. O de sentirse tan identificados con el escudo como lo está una mujer de Albacete, la que lleva el brazalete, Lauri.
Podrían darse la oportunidad de aprender del espíritu de superación de Nerea y Lucía. A una la animó Robert Moreno, y a otra Aitor Karanka.
Podrían darse la oportunidad de entusiasmarse como en su día lo hicieron otras jugadoras que pelearon tanto porque el Granada Femenino pisase ‘Los Cármenes’, y lo consiguieron. Porque Elo, Urre, Yurena, Adriana Cuadros, Raquel García, Mari o Raquel Morcillo también jugarán este partido.
Podrían darse la oportunidad de hacer feliz a Roger Lamesa, a quien se le alarga la sonrisa cada vez que presencia cómo sus jugadoras disfrutan compitiendo con el aliento de los suyos de música de fondo. El ilerdense más granadino, y cuya familia en tierras andaluzas está formada por Álvaro, `Pescao´, Lula, Raky o Ana.
La oportunidad que pedía Lauri debería ser al contrario. Que la afición se dé la oportunidad a sí misma. Habrá emoción y espectáculo. Habrá eterna lucha. Lo prometen las hormiguitas, y como hormiguitas van sumando pasitos históricos hacia el reconocimiento que mínimamente merecen.
La jugadora del Granada CF Femenino B debutó ante Francia en el Europeo sub-17