EL ESFÉRICO
El paseo de los tristes
Dice un buen amigo mío que lo peor no es no tener dinero, lo peor es no tener crédito personal.
La anterior cita viene como anillo al dedo, con referencia al Granada CF. Puede que se salve, y sigamos un año más en Primera División, pero el daño moral infringido a la afición, a cualquiera que haya ido al estadio estos últimos partidos, eso no creo que se recupere.
Ojala se gane en Valladolid, y el Granada saque su mejor versión, y la alegría rebose para disfrute de todo ese vestuario y del granadinismo en general, después de haber soportado tanta tensión. Lógico y normal. Pero, pasados esos días de algarabía, volveremos, y sobre todo deberán recordar, los que tienen cierto poder de decisión, la segunda vuelta del equipo e incluso la primera, y si me apuran estos tres años en Primera.
Desde una perspectiva lejana al club, ajena a su quehacer diario, y muy por encima de todo, desde la humildad, y siempre intentando ser lo más respetuoso con técnicos y directiva, creo que este Granada, y volviendo a la cita anterior, ha perdido el crédito. No solo hablo de algunos futbolistas, retratados en este final de temporada. Lo más preocupante, es que, han perdido ese crédito, que tanto costó adquirir, los que dirigen, es decir Presidente, Director deportivo, entrenador, etc. Insisto, mi juicio es personal, y destinado a esta columna de opinión, y seguramente que todos y cada uno de ellos, han puesto todo lo que tienen y todo lo que saben, pero no sabemos si bastará para llegar al objetivo.
He visto los últimos partidos del equipo y, si bien, no voy a descubrir la pólvora, algo va mal, algo no funciona, se han evidenciado síntomas muy preocupantes para el equipo. No sé si llamarlo decepción, al fin y al cabo somos el Granada, dirán algunos, excusándose siempre con la misma cantinela de que somos humildes, recién ascendidos y esos tópicos tan recurrentes en estos casos. Y tienen su parte de razón, no lo pongo en duda, pero, lo cierto es, que equipos recién ascendidos, similares e incluso inferiores han jugado infinitamente mejor y llegan al tramo final con las tareas hechas y con sensaciones y modo de encarar estos últimos partidos de una forma muy distinta a la del conjunto rojiblanco.
¿Será exclusivamente problema de actitud?... que la hay, y es más que evidente y preocupante, pero, a mi entender, es probable que haya más causas escondidas o que desconozcamos. Pero eso lo dejaremos para final de temporada.
En lo meramente futbolístico, clama al cielo la falta de argumentos, tanto defensivos como ofensivos. No soy mucho de números pero por lo leído y visto, no llegamos a gol por partido, y, . ¡ASI... ES IMPOSIBLE! El equipo no tiene gol, ni hace ocasiones para generarlo. (Ahí están las estadísticas a nivel individual y a nivel grupal).
La falta de ideas ha sido una constante durante la temporada, sumándole la falta de un sistema en el que basar el juego. No ha habido un sistema táctico permanente durante toda la temporada. El equipo, a mi entender, ha sido un tránsito continuo de dibujos, sistemas, y por ende de resultados. No hemos encontrado el camino en ningún momento. Se han echado varias cosas en falta, pero la mayor de ellas creo que ha sido la CONFIANZA y la PACIENCIA, y algún que otro cambio de rumbo, de dirección, un golpe de timón que cambiara el devenir del equipo y porque no decirlo .DE INVERSION. Y ahí, es dónde tenía que emerger la figura del entrenador.
El mister tenía que haberse erigido como la figura principal que sustentara este proyecto, solucionando la situación, y revirtiendo la misma (porque probablemente las mayores críticas se las va a llevar el).
El equipo sale a morder, pero no muerde a nadie. Ni con balón, ni sin balón. Los del centro, que se les presume calidad para elaborar y diseñar jugadas, pues ni una cosa ni otra. Eso sí correr, corren mucho y a destiempo, cuando, quién debería correr es el balón.
Queda un último asalto. Una última misión por cumplir. Aún está a tiempo el Granada, pero visto lo visto, a los aficionados les asaltan las dudas, esas que ellos se han ganado a pulso, sobre el campo, con su juego, y, sobre todo, sus resultados.
Deseo por la cantidad de amigos que tengo granadinos y granadinistas que la salvación del Granada se consiga en el Nuevo Zorrilla, por lo bueno que hace tener futbol de élite en tu ciudad y provincia, tanto en lo deportivo como en lo económico, y sobre todo por los niños, ya que los niños copian y es un lujo copiar de los mejores.
Dios
quiera que siga codeándose en la élite y que disfrutemos de los mejores
jugadores por la ciudad de la Alhambra. Sin embargo, esa ansiada salvación, no
puede tapar, ni cubrir las deficiencias que tiene este Granada. Y aún
consiguiendo la salvación, este equipo, necesita un cambio de rumbo; soluciones
que auguren un futuro mejor a este Club.
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