TERCER ANFITEATRO
Dos jornadas son pocas para sacar conclusiones en un campeonato que suele ser muy largo y que atraviesa por distintas fases a lo largo del año. Pero no cabe duda de que este arranque liguero, con una victoria y un empate que bien pudo ser otro triunfo, ilusiona a una afición necesitada de alegrías por parte de su equipo.
Cuatro puntos en dos jornadas igualan el mejor inicio del Granada en primera división, circunstancia que se ha repetido seis veces. Una victoria frente al Villarreal supondría el mejor comienzo del equipo en las veintiuna temporadas en la élite, con siete puntos de nueve posibles, algo que no se ha producido todavía en Granada.
Sea como fuere, todo va sobre ruedas en el club. El cierre del mercado de fichajes ha traído hasta Granada a dos jugadores que vienen a sellar algunas de las fisuras que había mostrado el equipo en este inicio de temporada, especialmente la de Luis Martins, que comparaciones aparte, debe dar una respuesta específica a un puesto que ha dado muchos quebraderos de cabeza desde la marcha de Siqueira.
La llegada de Nounkeu, por su parte, como cuarto central, permite al equipo disponer de efectivos suficientes para una zona que ha visto pasar a demasiados jugadores en los últimos cuatro años, de los que solo Mainz sobrevive. Pero su vitola de jugador experimentado internacional no le servirá por sí solo para discutirle el puesto a Babín, que ha realizado un más que aceptable inicio de temporada para un debutante en primera, y deberá convencer a Caparrós con argumentos más sólidos en el día a día sobre el césped de Armilla si quiere apropiarse de la titularidad.
Apuntalada la defensa, parece que el equipo goza de equilibrio en todas sus líneas, y está preparado para hacer frente a las eventualidades que puedan surgir a lo largo del curso. La primera, esta misma semana, en forma de lesión de El Arabi, que será baja en los próximos partidos tras sus comparecencias con la selección de Marruecos. Ortuño, Success, Córdoba y hasta el mismísimo Riki, cuyo concurso con el Granada esta temporada se daba por imposible, estarán dispuestos a cubrir la ausencia del magrebí.
Más dudas ofrecen las bandas, donde Juan Carlos y Larsson ni siquiera están dando muestras de poder ofrecer recursos de buen suplente, hoy por hoy. Lejos de poder competir con Rochina y Piti, parecen verse superados en su posibilidad de disfrutar de minutos incluso por jugadores como Machís y Foulquier. Es fundamental recuperarlos, porque su concurso será imprescindible en partidos en los que sea necesario ensanchar el campo para buscar la victoria.
En todo caso, más allá de que guste más o menos, parece que el equipo sabe a lo que juega aunque en su horizonte no esté la búsqueda de la excelencia, y eso es algo importante en esta categoría. La mano de Caparrós se nota y el trabajo empieza dar sus frutos. Pero el míster utrerano no es de los que desplieguen las velas y se dejen llevar por el viento; más bien al contrario, pondrá a todos sus hombres a remar y su mayor complicación será la de poder encontrar un remo para cada uno de sus efectivos, en medio de una plantilla tan amplia.
Con catorce mil socios, la ciudad deportiva en su fase definitiva, el equipo sumando partido a partido, y una plantilla aparentemente bien confeccionada por el cuadro técnico, se respira un aire tranquilo. El viento sopla a favor y no existen muchos factores de riesgo que puedan desestabilizar la situación; aunque en fútbol, como en la vida misma, ya saben, el viento puede cambiar.
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El choque ante los gallegos arrancará a las 21:30 horas