ONCE INICIAL
Sufrir, sufrir y sufrir y volver a sufrir
Entre unas cosas y otras esta temporada está siendo un continuo sufrimiento para todos aquellos que amamos a nuestro Granada CF, más sufrimiento todavía que la sufrida pasada temporada. Por errores propios, por mala suerte, por errores arbitrales, y en la mayoría de los casos por falta de juego, el sufrimiento acompaña al equipo.
Vayamos con el partido frente al Español, un partido que resumió todo el sufrimiento que estamos padeciendo esta temporada. Errores individuales que nos condenan. El primer gol es otro fallo del gran portero que es Roberto, el cual no está en un buen momento ni mucho menos. El segundo gol es difícil de explicar. Con nueve jugadores defendiendo aparece el delantero rival solo en el segundo palo, ¿a quién vigilaba Nyom?. Además, este gol fue en el último minuto, situación que se repite esta temporada y deja en mal lugar a los nuestros. También errores individuales de cara al marco contrario. Con solamente 9 goles a favor ya no es solo mala suerte, quizás si una falta de calidad en nuestros jugadores de vanguardia alarmante. Tampoco el árbitro ayudo, friéndonos a tarjetas, que culminó con una expulsión, la de Juan Carlos, quizás excesiva, pero donde se veía que nuestro jugador claramente no se sabía controlar.
También el técnico fallo, de nuevo. No se apea de su 4-4-2 sin tener jugadores para ello. Así, jugadores muy válidos se pierden en sitios que no son suyos. Por dicha situación han pasado ya Piti, Rochina, y ahora le toca a Márquez. La inclusión de este dota al equipo de más control de él balón, pero en banda no rinde plenamente. La salida de Yuste por Iturra pareció extraña, pero poner a Mainz de lateral izquierdo tras la expulsión de Juan Carlos fue un error grosero. El liviano y escurridizo Lucas Vázquez le regalo su camiseta a Caparrós a la finalización del encuentro por tal decisión. Si Sissoko ha sido necesario en algún partido de liga, indudablemente ese fue en los últimos minutos frente al Español y de lateral izquierdo. Habrá otra explicación, sino, error técnico de bulto.
La mala suerte también hizo acto de presencia. Nada sale bien, y en los momentos importantes de los partidos, la maldita suerte siempre se pone en nuestra contra.
Otra cuestión interesante son las convocatorias. Estoy convencido que el técnico y sus ayudantes las piensan una y mil veces, pero en un partido donde no está Foulquier, dejarse al otro lateral disponible en Granada y llevarse a los cuatro centrales es extraño.
También hubo cosas buenas, claro que sí. El equipo en líneas generales hizo un aceptable partido, y en especial una gran primera mitad. Solamente los errores ya comentados nos hicieron ir al descanso en desventaja injustamente. La segunda parte fue más para el rival, que tuvo varias ocasiones por ninguna o casi ninguna nuestra.
La mejor noticia en esta segunda mitad fue la inclusión de Riki, que coincidió con los mejores minutos de los nuestros en dicha segunda parte. No se mereció perder, o quizás sí, ya que tantos y tantos errores se pagan. Pero el equipo compitió, y lo hizo bien.
El equipo ha mejorado últimamente, es un hecho. Quitando el esperpento de Sevilla, frente al Almería, Valencia y Español los nuestros han merecido más que esos pírricos dos puntos. Pero la realidad es que estamos abajo, fuera del descenso de milagro.
¿Y ahora qué?. Pues ahora hay un partido de Copa importante, ya que como dije en el partido de ida, un mal partido o un mal resultado pondría al público de uñas frente al Valencia. Ahora lo mismo, un mal partido o un mal resultado acabaría con la paciencia de los seguidores granadinos, y quizás en el importantísimo partido frente al Getafe la presión sobre los jugadores se haría insoportable. Por eso es importancia el partido.
Porqué el partido frente al Getafe si es muy importante, vital diría yo. De no ganar nos meteríamos con todo merecimiento en zona de descenso y con un equipo hundido, donde solamente el parón navideño podría salvar la cabeza del técnico. Caparros sabe que de no ganar, estaría más fuera que dentro. Y sería lógico desde luego si viniese otro capitán a dirigir la nave, caso de no ganar al Getafe. Hay que ganar, no queda otra, y quizás podríamos empezar a construir la frase de Luis Aragonés como la pronunció en su día, conjugando el verbo ganar en lugar del verbo sufrir. ¡Que manera de sufrir¡ qué diría otro grande como Joaquín Sabina.
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