ONCE INICIAL
Ganar al Córdoba para seguir soñando
La semana pasada trajo muchas noticias, algunas esperadas aunque dolorosas, otras no tan esperadas, y alguna más nada esperada por lo novedosa de la misma. Pero vayamos por partes.
Entre las noticias esperadas aunque dolorosas está la nueva derrota de los nuestros frente al Español, demostrando los mismos defectos de siempre, agarrotamiento, exceso de responsabilidad o falta de actitud, que uno ya no sabe, escasísima producción ofensiva, y el gol de siempre cuando finalizaba ya el partido y al menos teníamos un punto en el zurrón, que quien sabe la importancia del mismo. Casi nada que resaltar, excepto las ganas de Nyom, el nuevo gol de Mainz y de verdad, poquito, muy poquito más.
He de reconocer que a la finalización del mismo estaba completamente seguro del descenso de los nuestros, y es que como ya indicaba la semana pasada, pocos datos ayudaban al optimismo o a la esperanza, pocos o ninguno. El equipo ni podía y uno dudaba de si quería, el técnico era incapaz de sacar nada de ellos, y la sangría de puntos y de errores individuales (esta vez el premio gordo para un muy desacertado Insúa y la pedrea para Cala) aparecía una vez más, como siempre, como que parece que nunca se han ido. Todo era un desastre excepto la magnífica afición que ha estado y esta muy por encima de la pobre imagen ofrecida por el equipo a lo largo de la temporada. Sin dudas estábamos en Segunda.
Pero de repente nos topamos con la decisión inesperada, en forma de cese de Abel y de contratación para solamente cuatro partidos de Sandoval. Que quieren que les diga. Pina parece creer en la salvación y para ello confía las riendas del equipo a otro técnico. Pina vuelve a cambiar de entrenador, pero estaría muy bien, sería saludable que entonase el mea culpa junto a Cordero y admitiesen que la confección de la plantilla de este año, sean por las razones que fuesen ha sido un gran fracaso, cuya responsabilidad recae única y exclusivamente en ellos. Adiós a Abel, creo que un técnico honesto que ciertamente no ha enderezado la nefasta marcha del equipo tras la destitución de Caparros. Que tenga suerte. Y hola a Sandoval, un técnico al que se le recuerda una gran labor en el Rayo y otra no tan buena en el Sporting de Gijón. Lo poco que sé de él es que parece un gran psicólogo de jugadores, logra una excelente comunión con ellos, es un muy buen motivador, pero de verdad que desconozco sus capacidades técnicas, y por lo tanto dudaba de su labor al frente de este morlaco de mala pinta y mal encarao en que se ha convertido nuestro Granada CF. Parecía una huida hacia adelante para intentar un milagro.
Y con él vino la noticia menos esperada, el triunfo en Getafe, el ganar, cuando dicho verbo estaba ya en desuso entre los nuestros, el pelear en la cancha, otro verbo en desuso, el dejarse todo y el tener una pizca de suerte, ya que cualquier otro día el cabezazo de Juan Rodríguez casi al final del partido, o la salida a por uvas de Roberto con el tiempo ya cumplido hubiera acabado en gol. Seguimos con muchos errores, muchísimos, como encajar goles a la finalización de cada periodo, pero se gano, que no es poco.
Aplaudo al equipo, y aplaudo al técnico. Entiendo que cuando llego, pensó dos cosas. Que le daba lo mismo lo acontecido en el pasado con el grupo y los jugadores, y que para ganar hay que poner calidad en el césped, sin importar que ha hecho cada uno a lo largo de la temporada. Y más allá de reproches, de falta de compromiso o de actitud, calidad tienen y mucha Piti, Rochina, Lass y El Arabi. Y jugaron de titulares, y lo hicieron en líneas generales muy bien, y se gano el partido por la seriedad del equipo y por la calidad de estos. Lass rompió a su defensa en la primera mitad, Rochina lo intentó, y lo intentó bien, Piti jugando en la media punta nos recordó en algo al Piti que todos llevamos esperando ya mucho tiempo, y El Arabi demostró que a pesar de todas sus carencias que son muchas, es el hombre que más gol tiene del equipo. Si además tienes acompañando a unos buenos Rubén y Márquez, Juan Carlos que mejora a Insua, los centrales cumplen, Nyom sigue en buena línea, y Roberto, aunque en mi opinión se traga el gol de Pedro León y casi estropea todo con su mala salida en el tiempo de descuento, esta aceptable, pues nos encontramos a un buen equipo en teoría que lo demostró en Getafe.
Y ahora no queda otra que ganar al Córdoba para seguir soñando, a un Córdoba que vendrá relajado, esperemos que mucho, y tocado por su ya confirmado descenso y por la goleada que le endosó el Barcelona la semana pasada. Hay que ganar y mirar de reojo lo que hacen nuestros rivales, que parecen empeñados en concedernos una y mil oportunidades.
Si el sábado ganamos al Córdoba, veremos el resto de partidos con gran nerviosismo, y siendo unos seguidores más del Bilbao (ya me vale), Español y Sevilla. Si no logramos ganar al Córdoba, esto se habrá terminado para los nuestros, y la esperanza en un milagro habrá durado solamente una semana.
¿Lo que yo pienso? Que vamos a ganar al Córdoba, aunque no será sencillo ni mucho menos, y que por lo tanto tendremos opciones de seguir en la categoría. Y ganaremos con un equipo muy parecido al de Getafe, con un técnico que esperemos sea milagrero, y con una afición que estará volcada con los suyos. Ganar y esperar, ganar y esperar.