EL BANDERÍN

Bárbara Maldonado  |  3 de julio de 2015
Bárbara Maldonado (GRJ)
Bárbara Maldonado (GRJ)

José Ramón Sandoval, el mesías del Granada CF

 

El técnico madrileño llegó a Granada cuando nadie apostaba por una salvación que tuvo lugar in extremis.

Fue un 1 de mayo cuando el de Humanes cogió la batuta de un barco que iba directo a la deriva. Cuatro jornadas restaban para lo que a priori, eran nuestros últimos partidos en la Liga BBVA del Granada CF. Seis puntos los que nos separaban de la permanencia y cuatro finales de infarto las que quedaban por disputar.

Las primeras sensaciones del nuevo entrenador del Granada CF fueron buenas. Trabajo, humildad y positivismo ante todo, fueron claves en el resurgir granadinista. Un buen psicólogo para algunos, conciliador de banquillos, para otros, lo cierto es que tenía claro el objetivo que se pretendía alcanzar y así lo hizo saber en todo momento.

Se tiende a pensar que un nuevo entrenador, supone una nueva victoria y la llegada de Sandoval a Granada, tras su primer partido como entrenador nazarí, trajo un ápice de esperanza para un aficionado que no tenía nada que perder. La victoria por 1-2 ante el Getafe hacía respirar a un público agónico deseoso de que terminasen los noventa minutos de cada uno de los encuentros que restaban para el final de Liga.

Nueve jornadas sin obtener una victoria hicieron que la afición, tras esa victoria, empezase a creer que el milagro podía ocurrir. Posteriormente, el equipo rojiblanco se midió ante el Córdoba, en la que de nuevo la victoria se quedaba en el estadio Nuevo Los Cármenes con un 2-0.

Quedaban dos partidos para el auténtico pitido final: Real Sociedad y Atlético de Madrid. Ante los primeros se obtuvo un triunfal 0-3 y ya sólo quedaba el último y definitivo partido que nos podría llevar a la mayor de las alegrías o devolvernos a la Segunda División, de la que nos despedimos hace ya cuatro temporadas. Partido de tensión controlada, pues a los de Simeone les bastaba un punto para conseguir su objetivo, al igual que a los de Sandoval. Pese a que los números estaban con nosotros, no fue hasta el pitido final y con un 0-0 en el marcador, cuando se desató la euforia de Granada y los granadinistas, pues también dependíamos de los resultados del resto de equipos que estaban en la estacada.

Veni, vidi, vici. Eso hizo Sandoval, el mesías que, de la mano del presidente Quique Pina, devolvió la ilusión a un equipo que estaba en sus horas más bajas. Diez puntos conseguidos de los doce posibles, llevaron a Sandoval a ser nombrado mejor entrenador de la Liga BBVA del mes de mayo; números que alcanzan conjuntos de la talla del Real Madrid o FC Barcelona.

Pese a ello y la ilusión de los granadinistas por ver a Sandoval de nuevo al mando del equipo, su llegada se hizo esperar y no fue hasta el 1 de julio cuando fue presentado como nuevo técnico nazarí para la presente temporada.

Sin duda, sus palabras de optimismo, trabajo, esfuerzo y sobre todo, humildad, vuelven a ilusionar. El técnico quiere aspirar a más y dar al granadinista una tranquilidad que no ha tenido hasta la última jornada las temporadas anteriores. Vive por y para los jugadores, espera de ellos el máximo rendimiento, pero también les da todas las facilidades para que rindan al 100%. Pide, pero da y en mi opinión es la clave del éxito del madrileño desde que llegó. Orador, psicólogo, valiente, perfeccionista y sobre todo, trabajador son palabras que van de la mano de Sandoval, el cual, con sólo cuatro jornadas, ya ha pasado a la historia del Granada y sin duda, esta temporada nos regalará buenos resultados en lo que, para él, es el reto de su vida.

barbara@granadaenjuego.com

@barbarutxy 


 
 
Advertisement