MINUTO 28
Cuando el discurso va por un lado y la realidad por otro
Flaco favor hace Sandoval a sus chicos, a su afición y a sí
mismo cuando concluye, tras el encuentro contra el Deportivo, que lo
importante era romper la racha de casa. No me parece prudente decir tal cosa
cuando acabamos de firmar el peor arranque en casa de nuestra historia,
entonces
, ¿de qué racha habla Sr. Sandoval?, nuestra racha no será ¿no?.
¿Acaso cosechar un empate tras tres dolorososas derrotas en casa lo entiende
usted por romper una mala racha? No tiene sentido ni justificación ese discurso
entre el conformismo en plan mire usted
que nos hemos dejado la piel- , y el eufemismo de querer suavizarnos con
consignas indigeribles lo que llevamos visto y tragado hasta ahora.
Estas declaraciones del míster rojiblanco habrían tenido
cabida tras un encuentro como contra el Madrid o el Valencia. No así contra un
Deportivo que no tuvo que emplearse a fondo para ponerse el partido de cara y
dando gracias a que, pecando de recién ascendidos los herculinos, no se
decidieran en ir a por el partido como ya hicieron sus antecesores Eibar,
Villarreal y Real Sociedad, porque lo tuvo en paraje de llevarse los tres
puntos sobradamente y hacernos algunos goles más a poco de que se hubiesen
mostrado más despiertos y sagaces.
Entiendo, desde mi humilde parecer, que el técnico de
Humanes en sus intervenciones debería mostrarse más cercano a la realidad de su
equipo y no dar tantas palmadas en la espalda cuando los equipos que nos han
visitado se han mostrado manifiestamente superiores sin pisar el acelerador a
fondo. Por supuesto que de cada partido hay que sacar lo positivo y
contextualizar el encuentro (lo de Piti es para felicitarse y esperanzarse),
pero sin pasarse. Que la actuación de la defensa rojiblanca se catalogue como
de soberbia actuación, cuando a ojos de casi todo el mundo somos un coladero,
o destacar con abultados elogios al rival (sin restarle el más mínimo mérito a
los blanquiazules) cuando es un equipo que aspira a lo que nosotros, a mí me da
la sensación que es querer desviar la mirada del centro del problema.
No dudo ni lo más mínimo del compromiso de estos chicos, ni
de la preparación técnica de Sandoval, ni de la profesionalidad de todos y cada
uno de los que comandan esta aventura en Primera, pero es un error, a mi
juicio, pretender (quizás) restar presión a todos los niveles con realidades
virtuales que en poco se parecen a lo que nos dice la vista, que no es otra que
este equipo hasta el momento quiere, pero no puede o no sabe.
Por otra parte, a veces para que las cosas se arreglen, primero hay que desarreglarlas del todo. Creo que hay que tratar con normalidad palabra presión. La presión más que mala compañera, yo diría que es una compañera de carácter difícil que, bien llevada, es un ingrediente necesario para concatenar los buenos resultados. Se cae, a mi entender, en la fácil e equivocada acepción de que la presión que se ejerce con el equipo en casa, le lleva a no jugar bien y no poder puntuar de tres en tres en Los Cármenes. Yo pienso que, si eso fuera así y resultara que tuviésemos en la plantilla ese perfil de jugador, más valdría que se dedicara a otra cosa en lugar de a jugar con el Granada. Si algo hay en un campo de fútbol en Primera División es presión; por ganar, por no perder, por empatar o no, por agradar, por marcar, porque no te marquen, por cuajar una buena actuación, por no descender, por mantenerse, porque no te piten, por jugar bien, etc.
El equipo del poniente hizo buena su ventaja en la ida tras empatar en el Medina Lauxa ante el Santa Fe