CORTITA Y AL PIE
Ese grupo de futbolistas nacidos de 1985 en adelante, fueron niños que en los años 90
vivieron de forma durísima la guerra de los Balcanes en lo que fue la extinta
Yugoslavia, perdieron padres, hermanos, abuelos, muchos seres queridos, muchos de
ellos fueron refugiados, tuvieron que emigrar a otros países, les tocó vivir la cara más
amarga de la vida, pero sin renunciar a su identidad. Todos estos emotivos aspectos,
nos ha llevado a empatizar de forma muy sincera con la escuadra croata.
De aquellas vivencias, ha salido este equipo que tan dignamente ha llegado a la final,
competitivo, humilde como sus orígenes y sobre todo un grandísimo espíritu colectivo
que ha tenido que jugar 3 prórrogas para llegar a una final por primera vez en su corta
historia como país. Sirva como ejemplo de vida y superación personal.
En el plano deportivo, Francia ha sido fiel a sus principios que le han traído hasta aquí:
máximo rendimiento de cualquier jugada a balón parado (la falta que ha dado origen
al 1-0, no ha sido) y una vez abierto el partido, aprovechar los espacios para la
velocidad de Mbappé. La nueva campeona del mundo se sostiene en un gran bloque
defensivo, apoyados en el poderío físico de Pogbá y Kanté, (más N´zonzi), sin una gran
salida de balón ante la presión croata, les ha bastado generar seis-siete ocasiones de gol
para rematar el partido y proclamarse campeona del mundo 20 años después de
Francia-98.
Cuanto menos curioso que el delantero centro del equipo campeón, no haya
conseguido marcar ni un solo gol en este campeonato.
De Croacia nos ha enamorado y emocionado la humildad de este grupo de jugadores a
la hora de defender la bandera de su joven país, tanto como la felicidad de su
presidenta en el palco celebrando los goles, sin tener en cuenta el protocolo.
Creo que Croacia llegó a esta final muy tocada en el apartado físico por lo largo que se
le han hecho todos los partidos, con prórrogas incluidas, no ha realizado una gran
rotación de jugadores y como consecuencia no ha tenido la energía suficiente en los
últimos metros para superar el sistema defensivo francés. Si que ha manejado con
criterio y sentido colectivo el balón, pero todos esos intentos, morían en el borde del
área rival.
Se acabó demasiado pronto el mundial para nosotros y ahora toca empezar una nueva
etapa que nos lleve a pelear por el título en la próxima Eurocopa que se disputará en
distintas sedes y países de toda Europa.
Muy agradecido de que me hayan leído y por encima de todo, ¡¡¡SEAN FELICES!!!
redaccion@granadaenjuego.com
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